El reloj alcanzaba las 12:16 del mediodía cuando se desdobló en Nyon el papel que escondía el nombre del rival del Valencia CF en los octavos de la Champions: la Atalanta de Bérgamo. Tanto la afición valencianista como el propio club podían respirar tranquilos, habían esquivado las dos posibilidades más temibles: Tottenham Hotspur y Borussia de Dortmund.

Albert Celades tiene ante sí la posibilidad de seguir rompiendo algunas de las barreras que han perseguido al equipo durante la segunda década del siglo XXI. El siguiente reto será el de volver a vivir los cuartos de la Liga de Campeones. Una circunstancia que no ocurre desde que el conjunto entrenado por Quique Sánchez Flores lo consiguiera dejando en la cuneta a otro adversario italiano, el Inter, entre febrero y marzo de 2007. Posteriormente, el club cayó en sus intentos frente al Schalke con Unai Emery en 2011 y de la mano de Ernesto Valverde ante el PSG en 2013.

Uno de los condicionantes que dan ventaja al Valencia es el factor campo gracias a haber terminado la fase de grupos como líder. El equipo ha potenciado al máximo la química que existe con los aficionados desde aquella remontada al Getafe. En este enfrentamiento inédito en Europa la ida se jugará el miércoles 19 de febrero a las 21:00 horas en Italia y la vuelta el martes 10 de marzo en València a la misma hora. El único precedente que existe con la Atalanta es en 2017 el amistoso del Trofeo Taronja. El 11 de agosto de ese año el Valencia perdió en casa por dos goles a uno con el conjunto de Lombardía, región del nordeste de Italia. El gol valenciano lo anotó Rúben Vezo mientras que para los de Bérgamo marcaron Rafael Tóloi y el 'Papu' Gómez. Este escurridizo argentino de 31 años y apenas 1,64 de altura es la principal estrella de una humilde escuadra que lleva dos años plantando cara a los grandes del Calcio, conducida por un entrenador valiente, Gian Piero Gasperini. Escorado a la izquierda, el 'Papu' hace jugar a toda la Atalanta. Participa, combina, traspasa líneas y llega al área con la calidad de un definidor notable.

Cabe subrayar que el 19 de febrero el Valencia disputará el duelo que abrirá las hostilidades en San Siro (Milán). No en Bérgamo. La propia Atalanta pidió a la UEFA no jugar en su feudo (Atleti Azurri d'Italia), en obras, al verse limitada la capacidad a sólo 16.000 espectadores. En el Giuseppe Meazza -nombre oficial del estadio que comparten Milan e Inter- el número se dispara hasta los 80.000. Una cifra, sin embargo, imposible de abarcar para una entidad de la dimensión de la bergamasca, ubicada en una localidad de alrededor de 120.00 habitantes. Desde la década de los 70' hasta hace pocos años la Atalanta ha sido un equipo ascensor entre la Serie A y la Serie B.

La «espinita» de San Siro

Curiosidades del destino, los blanquinegros volverán a jugar en una ciudad y un estadio que dejaron una 'espina' en el corazón de los valencianistas. En mayo de 2001 el Valencia de los Cañizares, Mendieta, Albelda, Baraja o Carboni terminó en los penaltis y entre lágrimas la final de una Copa de Europa que se llevó el Bayer de Múnich. Desde entonces, los blanquinegros jugaron tres partidos más en la Champions frente al Inter en el Meazza sin haber podido cantar victoria. Un nuevo desafío para el Valencia de Celades, el de conquistar San Siro por vez primera, que tendrá lugar en poco más de dos meses ante la revelación del fútbol transalpino.

Entre las proezas de la Atalanta, se encuentra la de estar en los octavos, pese a perder los tres primeros encuentros del grupo C. En la quinta jornada los de Gasperini estrenaron su casillero de victorias ante el Dinamo de Zagreb. Club centenario -en 2020 cumplirá 113 años de vida-, la Atalanta es un novato en la Champions. Pese a su inexperiencia, la ausencia de presión en los italianos los convierte en un rival al que debe respetarse al máximo. Por supuesto, también la continuidad del bloque. Luis Muriel, ex del Sevilla, y el ucraniano Malinovskiy son de los pocos cambios que puede sufrir el once de Gasperini en la comparación con el curso pasado..

Jugadores «muy físicos»

Jorge López, secretario técnico valencianista, analiza así a la Atalanta: «Es un rival desconocido para la gente que no esté dentro del fútbol, pero complicado, que tiene jugadores muy físicos y juega de una manera muy definida y no tenemos que fiarnos. Es un rival más difícil de lo que parece, son jugadores muy fuertes, físicos y no va a ser una eliminatoria fácil, aunque confío en que podemos pasar». La intensidad a la que se refiere el componente del Valencia del Doblete se evidencia en un rival que apenas dejará moverse a Parejo, fruto de una idea que se caracteriza por marcas individuales a toda cancha.

El revolucionario conjunto de Gasperini acabó la Serie A 18/19 como el más goleador de Italia. Acumularon 77 dianas, tres más que el Napoli y siete más que la Juventus, los dos primeros. Por estilo la Atalanta encaja perfectamente entre las preferencias del Valencia. Innovadora en Italia, la Atalanta es atrevida, presiona arriba, juega con ritmo e intensidad, tiene verticalidad y genera llegadas a gol desde la segunda línea. Con hombres como Hans Hateboer, ofensivo lateral diestro que estuvo en la agenda blanquinegra. Los responsables de que la 'Diosa' mantenga ese enorme caudal goleador -sigue siendo el equipo con más gol de Italia, con 38 en 16 jornadas- son varios y bien repartidos: Muriel, Ilicic, Pasalic, 'Papu' o Zapata, al que Gasperini recuperará de una lesión para dotar de mayor presencia y cuerpo a los suyos en área rival. En defensa sufren, liberando más espacios de lo habitual en Italia, pero está muy claro que a esta Atalanta no le falta gol.