El Eibar se presenta en Mestalla sin su mejor jugador de ataque, el chileno Orellana, que tiene pasado valencianista. En la temporada 2016/17, después de la dimisión del italiano Cesare Prandelli, Voro se hizo cargo del equipo hasta final de temporada. El de L'Alcúdia era delegado entonces pero pidió al club el fichaje de un media punta y el elegido fue Orellana, que se convirtió en una oportunidad de mercado porque estaba prácticamente apartado en el Celta de Vigo que entonces entrenaba el argentino Berizzo.

Orellana llegó a un equipo sin ideas cuyo objetivo era mantener la categoría, o al menos no pasar excesivos apuros, como así fue. Comenzó jugando y aportando su calidad en ataque pero su presencia en el equipo se fue diluyendo, hasta el punto que se puede considerar que su paso por el Valencia CF fue de más a menos. Su mejor momento fue sin duda el gol que le marcó al Real Madrid en Mestalla. El equipo de Voro ganó 2-1 con un gol suyo y otro de Simone Zaza. Un golazo del italiano. De más a menos, sí, pero jugó lo suficiente como para que el Valencia CF, que primero lo trajo cedido, tuviera que ficharlo a final de temporada. Era una situación límite.

Lo curioso del paso de Orellana por el Valencia CF es que una vez finalizó aquella desastrosa temporada, el equipo terminó el duodécimo en la tabla por segunda temporada consecutiva, y a pesar de que el chileno acaba de ser adquirido en propiedad por el club, cuando llegó el nuevo entrenador no tuvo ni una sola opción de seguir en la plantilla. Y el nuevo entrenador era Marcelino. Y fue Marcelino porque por encima de él estaba Mateu Alemany. Ambos hicieron la nueva plantilla y la confeccionaron bajo una premisa: no querían jugadores conflictivos. Para ello, se basaron en lo que entonces se conoció como El informe Voro. Había salvado al club de un posible desastre pasando por tercera vez de delegado a entrenador, pero todavía tenía que hacer un servicio más. Alemany le encargó un informe del perfil de todos los futbolistas que formaban el equipo. En él se basaron para regenerar el vestuario para sacar futbolistas que no eran aptos para el nuevo proyecto aunque les costara dinero la rescisión. Los casos más llamativos fueron los del argentino Enzo Pérez y el brasileño Diego Alves, que venían de ser titulares y no pasaron el corte. Los dos, acaban de ganar la Libertadores. El primero con River Plate en el Bernabéu ante Boca Juniors, y el brasileño, recientemente con Flamengo ante el River de Enzo.

«Es un cabroncete»

Orellana también fue 'víctima' del informe Voro. Era un futbolista con calidad, pero con la suficiente como para no tener que trabajar en el Valencia CF que Marcelino había ideado. De hecho, posiblemente quien mejor ha definido al chileno haya sido su actual entrenador, Mendilibar. Esto dijo de él hace unas semanas después de que con un gol en el tiempo de descuento le diera al Eibar una importantísima victoria en casa ante el Villarreal: «Es un ratón verde colorado. No sabes cómo pillarle. Si tiene el día malo es un cabroncete. Le tienes que entender porque si no te puede mandar a tomar por saco y le pierdes y entonces es peor porque le pierdes. Nos da mucho».

En el Eibar Orellana da mucho? en el Valencia no dio tanto como para que se le perdonase ser un 'cabroncete'.