Mes y medio después de la lesión muscular padecida en Mestalla durante los últimos instantes del Valencia-Chelsea, agravada por su voluntad de ayudar al equipo, Kang In Lee está recuperado para volver a competir. El joven futbolista completó ayer junto al grupo el último entrenamiento de la semana sin molestias en el muslo y con excelentes sensaciones. El mejor impulso posible para un año 2020 que el surcoreano espera como el de su confirmación. En los próximos meses, Kang In tendrá por delante retos apasionantes como el intento de hacerse sitio en el once valencianista, seguir disfrutando de minutos en la Champions o defender a su selección nacional en los Juegos Olímpicos de Tokio. El Balón de Oro del Mundial sub-20 tendría serías opciones de entrar en la selección olímpica de Corea del Sur, pero antes sus compañeros de selección deben confirmar la presencia en la Olimpiada finalizando en el podio del Campeonato Asiático sub-23 que se disputa desde el 8 hasta el 26 de enero en Tailandia. Días en los que Kang In va a estar pegado a la televisión, muy pendiente del papel de los suyos. Su presencia en los Juegos sería de vital importancia para él y para el Valencia CF.

Una medalla olímpica le serviría para evitar un servicio militar que en Corea del Sur se prolonga de manera obligatoria durante 18 meses. La estricta ley en el sexto país con el número de tropas activas más elevado del mundo dictamina que todo varón sano debe hacer la 'mili' entre los 18 y 28 años. Hace un año y cuatro meses, con 27 recién cumplidos, Heung-Min Son (delantero del Tottenham) se salvó sobre la bocina con el Oro en los Juegos Asiáticos tras la victoria sobre Japón (2-1). Los deportistas son de los pocos surcoreanos que pueden escapar del servicio militar con logros que «mejoren el prestigio nacional». Para los futbolistas, las únicas oportunidades llegan en ciclos de 4 años mediante una medalla en los Juegos Olímpicos, el título en los Asiáticos o una posición de honor en el Mundial.

En este sentido, en 2002 el Gobierno liberó del llamado militar a los 'Tigres' de Asia a los que Hiddink había llevado al cuarto lugar del Mundial. Cada ocasión cobra especial relevancia para jugadores con un futuro prometedor, y que ven amenazado por un paréntesis de año y medio alejados de su profesión. Más si cabe, para la generación actual de surcoreanos, campeones de Asia sub-19, sin Kang In, y subcampeones del mundo sub-20 el pasado verano en Polonia bajo el liderazgo de su genial pierna zurda. En el país oriental crecen las voces críticas en favor de los objetores de conciencia.

Además, desde hace algo más de un año se abrió un debate en pro de que no sólo futbolistas y atletas puedan librarse de la obligación militar gracias a sus méritos. Por ejemplo, los fans del popular grupo musical BTS solicitan un trato de excepción para sus ídolos pop. En lo referente a los objetores, que piden un servicio alternativo, a finales de diciembre el Parlamento adoptó una nueva ley que dicta que quienes se nieguen a hacer la 'mili' por razón religiosa o de otra clase deberán «trabajar durante 3 años en un centro penitenciario».