Las dos temporadas de renacimiento deportivo del Valencia, con sendas participaciones seguidas en Liga de Campeones y el reciente título de campeón de Copa, han tenido un efecto directo en los ingresos del club. Por primera vez en seis años, el club de Mestalla ha reaparecido entre los 30 equipos con más ingresos del mundo. Tal como ha dado a conocer, en su informe anual «Football Money League», la consultora Deloitte, el Valencia irrumpe en la posición 26, con 184,7 millones de euros ingresados en el último curso. Un salto que no había sucedido desde que Peter Lim es el máximo accionista y que devuelve a la entidad a su hábitat natural en el continente. Los valencianistas crecen como la cuarta entidad financiera de LaLiga, adelantando al Sevilla (que desaparece del ranking), pero todavía muy alejado del Atlético de Madrid (que casi dobla al Valencia en ingresos, 367, 6 millones) y a años luz de Barcelona y Real Madrid, dos gigantes que copan las primeras posiciones. El club catalán lidera la clasificación rompiendo la barrera histórica de los 800 millones (840,8) y desbanca a los madridistas, segundos con 757, 3 millones.

Hay que remontarse a la temporada 2012-13, antes incluso del traspaso accionarial a Peter Lim, para ver al Valencia asomando la cabeza en la máxima división económica mundial. Entonces, los blanquinegros ocupaban la posición 23 con 116 millones de ingresos. Esa campaña determinó la frontera entre el final de las participaciones consecutivas del club en la Liga de Campeones, tras el adiós de Unai Emery, y la antesala del colapso societario que desembocó en el proceso de venta. Un peaje que pagó muy caro la entidad en el plano deportivo y, por extensión, en el institucional y económico. El contexto en el que se produjo el estancamiento fue el más inoportuno. Eran los años decisivos en la revolución económica del fútbol europeo. Por un lado, la multiplicación de ingresos por televisión que robusteció la salud financiera de la clase media de la Premier League (West Ham, Wolverhampton, Everton, Leicester...). Por otro, aumentaron considerablemente las ganancias exponenciales por participar en la Liga de Campeones, de la que el Valencia se esfumó.

A efectos prácticos, en 2013 el Atlético de Madrid solo aventajaba al Valencia en 4 millones de euros:120 millones frente a 116. La expansión deportiva rojiblanca, llegando a disputar dos finales de Champions, se cruzó con la larga noche mestallista, con unos resultados impactantes. La diferencia ha pasado de ser testimonial a los 182,9 millones de la actualidad entre dos clubes muy parejos en su competencia a lo largo de toda su historia. Los «colchoneros» se han afianzado en la privilegiada posición en la que el Valencia fue un habitual en la primera década del pasado siglo. De igual modo, otros equipos han redoblado en este periodo de tiempo su músculo financiero. El Olympique de Lyon no comparecía en el ranking y, al doblar los derechos por televisión y llegar a octavos de final de la Champions, se ha plantado en 220,8 millones. En otra liga, definitivamente, se sitúan el Liverpool, que pasó de 240 a 513,7 millones, o el Tottenham, de 172 a 428 millones.

Obligados a ir a Champions

«En el momento en el que los resultados mejoren, el resto de áreas del club volverán a fluir». Cuando en enero de 2017 a Layhoon Chan se le preguntaba cuál era el modelo de negocio del Valencia, la entonces presidenta contestaba con una afirmación muy parecida a un acto de fe. En aquella época, el primer equipo luchaba por alejarse del descenso y las fuentes de ingresos estaban secas, con un presupuesto por debajo de los cien millones y una plantilla devaluada. Con partidas como la taquilla y la mercadotecnia bajo mínimos, solo bajo la excelencia deportiva se podía vislumbrar la recuperación. Un milagro obrado desde el verano de 2017 al mando de Marcelino García Toral y Mateu Alemany. En sus conclusiones, el mismo informe Deloitte reconoce que el regreso a la Liga de Campeones ha sido decisivo para que el Valencia, junto a otros históricos como Ajax y Oporto, regrese a un «top 30» que la mencionada consultora elabora principalmente a partir de tres arterias económicas: derechos de televisión, mercadotecnia y taquilla.

El avance a octavos de final en la presente edición de la Champions invita a pensar que el Valencia subirá más posiciones en la clasificación financiera de la próxima temporada. Eso sí, cualquier crecimiento futuro pasa inevitablemente por continuar clasificándose para la Liga de Campeones, fuente de ingresos y prestigio. Una fórmula que ya era la utilizada por anteriores gestores, como Manuel Llorente, y que no ha variado a pesar de la entrada de un inversor como Lim. Los primeros cinco años de gestión del empresario singapurés no se han visto, de momento, traducidos en el gran elemento que diferencia a los clubes europeos con un dueño único: la multiplicación de patrocinios.

Con todo, al Valencia se le presenta una segunda oportunidad, con valores propicios para recuperar el terreno perdido. Se goza de una plantilla cuyo valor de mercado se ha duplicado su valor de mercado en los dos años del cambio hasta rebasar los 500 millones, y con una media de edad entre las más jóvenes de LaLiga desde la que, con la gestión oportuna, solo se puede crecer.