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Prepárense para lo peor

Prepárense para lo peor

A la espera de conocer el proyecto y las virtudes de la sociedad César Sánchez-Corona, el recital que el Valencia ofreció el sábado confirma todas las sospechas que venimos apuntando desde el preciso instante en el que Mateu Alemany regresó a Palma de Mallorca el pasado mes de noviembre: el futuro a corto y medio plazo de la entidad depende, esencialmente, de los futbolistas. Con el debido respeto al trabajo y la indiscutible inteligencia de Celades, la abismal diferencia de rendimiento entre el partido de Son Moix y el baño al Barça anula cualquier posibilidad de debate. Esto será lo que los jugadores y su capacidad de activación quieran.

Por mucho que el rival no atravesara su mejor momento tras el cese de Ernesto Valverde, las circunstancias hace 48 horas no eran sencillas. Parejo sancionado, el estado físico de Rodrigo -además de su flirteo con el Barcelona- y las dudas que el grupo había generado en el último mes de competición no auguraban una tarde sencilla para el murciélago. Pero el Valencia dispone de una de las mejores plantillas de Primera. Dotada, además, del gen ganador que Marcelino inoculó en el vestuario. Lástima que solo hagan uso de él en ocasiones especiales.

Porque las imágenes inmediatamente posteriores a la contra de Ferran que Gil Manzano abortó de forma sospechosa nos reconcilian con la plantilla tras su apatía de hace una semana en Mallorca. Por un momento, creímos ver a Fabián Ayala, David Albelda o Amedeo Carboni mascando chicle y sacando el índice a pasear en el Bernabéu rebelándose ante el enésimo guinde del Tristante Oliva de turno. En su lugar, futbolistas que sienten el hierro como Gayà, Carlos Soler o Gabriel Paulista clamaron justicia comiéndose -deportivamente- al árbitro para satisfacción del respetable.

Es una lástima que el máximo accionista no tenga lo que hay que tener para llevarse ese orgullo a la mesa de negociaciones. Cualquier club del mundo que incurriera en la desvergüenza de ofrecer cesiones y/o jugadores que aún no han salido del huevo como moneda de cambio por Rodrigo debería ser non grato en Mestalla. Pero en los mundos de Meriton nada es normal. Basta escuchar los balbuceos de su jefe de estrategias en la ciudad. Que tenemos que prepararnos para una posible salida, dice. Pues eso. Prepárense.

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