José Luis Gayà acabó el partido como pudo como consecuencia del encontronazo que sufrió con el jugador del Getafe Kenedy en el minuto 61, que provocó además una tangana porque varios jugadores del conjunto azulón le rodearon para recriminarle que estaba fingiendo. No lo estaba, el lateral se llevó en esa jugada un fuerte golpe en el tobillo, pudo aguantar el dolor mientras estuvo en caliente pero una vez concluido el partido empezó a ver las estrellas.

El jugador fue examinado este domingo por los servicios médicos, sigue teniendo dolor aunque en principio se descarta que tenga alguna rotura. Se le va a realizar un seguimiento en los dos o tres próximos días aunque en principio es duda para el partido ante el Atlético de Madrid del viernes, en el que Celades tampoco tendrá en la banda contraria de la defensa a Florenzi después de la tarjeta roja que vio el italiano en el Coliseum.

Florenzi, su primera roja directa

Alessandro Florenzi dejó al Valencia CF con diez por una dura entrada sobre el futbolista del Getafe Marc Cucurella, una acción que se produjo en el minuto 78 de partido, ya con 2-0 en el marcador, en la que el colegiado vasco De Burgos Bengoetxea no dudó un solo instante: le mostró la cartulina roja directa sin esperar ni siquiera a que se levantara del suelo.

Ha tenido que llegar al Valencia CF el lateral italiano para ver la primera tarjeta roja de su carrera deportiva. En cerca de 400 partidos, nunca había recibido el castigo de ver de manera directa la cartulina de color rojo, aunque sí había sido expulsado en una ocasión. Fue la temporada pasada en un partido de la Serie A entre la Roma y el Empoli, en el que fue amonestado con amarilla en los minutos 13 y 80. En el momento de ser expulsado el marcador era favorable a su equipo por 2-1 y ya no se movería.

«Siento haber dejado al equipo con diez, vamos a levantarnos rápido para ganar la próxima batalla€ Juntos», es el mensaje que publicaba el futbolista después de haber sufrido esa expulsión en el Coliseum de Getafe. Una expulsión que solo fue un despropósito más de los muchos que cometió el equipo en un partido en el que debía dar la talla para meterse por fin en los puestos de Champions League. Nunca se ha caracterizado por ser un jugador muy amonestado, aunque esta temporada está muy por encima de sus registros. En la Serie A vio cinco amarillas en sus 14 participaciones con la Roma, de hecho, cuando llegó al Valencia CF acababa de cumplir un partido de sanción por acumulación. Su irrupción en LaLiga no ha podido ser más desafortunada en este sentido: el día de su debut, en Mestalla ante el Celta, ya vio una cartulina amarilla, además de esta roja directa que le mostraron en Getafe.