El Valencia CF ha retomado los contactos para renovar a José Luis Gayà. El club se dirigió al lateral izquierdo antes de la pandemia mundial del coronavirus para transmitirle su voluntad de premiarlo con una mejora de contrato. La expansión del virus paralizó las conversaciones entre el club y los agentes del jugador durante los últimos meses. Sin embargo, con la vuelta a la nueva normalidad ya se han producido los primeros contactos para retomar la renovación estratégica de uno de los capitanes del equipo. La predisposición para llegar a un acuerdo es total. Hay sintonía entre las dos partes y ninguna prisa.

La renovación continúa su curso. El club y el jugador van de la mano. El Valencia quiere que Gayà se convierta en el abanderado del proyecto en los próximos años. El jugador, a su vez, está feliz en casa y quiere seguir ligado a la entidad de Mestalla como ha demostrado repetidamente. El lateral ha despertado el interés de clubes importantes de Europa, pero su decisión siempre ha sido ser un jugador de club y triunfar en el equipo de su tierra. José tiene un contrato firmado con el Valencia hasta el 30 de junio de 2023 y una cláusula de rescisión de 100 millones de euros.

El Valencia quiere convertirlo en uno de los futbolistas mejor pagados de la plantilla acorde a sus estatus en el equipo -ya es tercer capitán a pesar de su juventud- y a su proyección deportiva. Los planes del club con Gayà despejan todo tipo de especulación sobre su futuro o el interés de Meriton de hacer caja con el futbolista este verano. El '14' es uno de los jugadores con más mercado del Valencia, pero el club no tiene intención de venderlo. Todo lo contrario.

Gayà, que cumple 25 años este 25 de mayo, sigue entrenando en Paterna a la espera de que se reanude LaLiga. El lateral siempre se mostró partidario a jugar siempre y cuando Sanidad diera el visto bueno. «Lo más justo es que se acabe la Liga. Quiero acabarla porque estamos fuera de puestos de Liga de Campeones y quiero que entremos». José, por contra, no cree en las concentraciones «No nos hace ninguna gracia estar no sé cuánto tiempo concentrados. Eso se hace muy pesado. Me gustaría estar en mi casa y no entiendo por qué no podría estarlo. Yo estoy en contra de esas concentraciones tan largas. Hay que ser responsables y somos ya mayores para saber lo que tenemos que hacer en nuestras casas. Eso de estar concentrado tanto tiempo para mí es una locura», aseguraba.