El entrenador del Atalanta, Gianpiero Gasperini, ha confesado en una entrevista en el rotativo italiano la Gazzeta dello Sport, que durante el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League, disputado en Mestalla a puerta cerrada por orden del Gobierno y la conselleria de Sanitat, estaba contagiado por la covid-19. También el portero italiano Marco Sportiello dio positivo días después del encuentro, al igual que varios jugadores del Valencia.

Gasperini afirma con rotundidad en la entrevista que "tuve el coronavirus, sin fiebre, pero estaba hecho un desastre. Nunca me hicieron PCR, aunque el serológico confirmó que tuve la enfermedad". El técnico italiano profundiza que antes del partido disputado el 10 de marzo, "estaba enfermo, la tarde del partido peor. No tenía una cara buena en el banquillo. Después de Valencia, en las dos noches siguientes en Zingonia dormí poco, no tuve fiebre, pero sentí los huesos en pedazos y fuera parecía estar en el momento de la guerra: cada dos minutos pasaba una ambulancia con sirenas explicadas. Había perdido el gusto, pero no sabía que tenía el virus. Entonces, las pruebas serológicas tomadas hace un par de semanas confirmaron: Tuve el COVID-19".

Cabe recordar, que expertos sanitarios ya calificaron de "bomba biológica" el partido de ida disputado en Milan (19 de febrero), donde viajaron unos 40.000 aficionados procedentes Bérgamo, en pleno centro de la lombardía, considerada el principal foco de contagio de Italia.