El central del Valencia CF, Ezequiel Garay, ha emitido un comunicado en Instagram en torno a su proceso de renovación. El argentino ha denunciado las "mentiras" que se han filtrado desde el club y ha defendido su verdad. El jugador, emocionado y roto entre lágrimas, ha asegurado que su deseo era seguir en el Valencia y ha explicado que "como trabajador voy a defender mis derechos, aquellos que se han visto alterados aprovechándose de la pandemia por parte del club". Este es su discurso:

"Es la primera vez que hago esto y llevo 16 años como profesional en este mundo, sinceramente me da mucha pena llegar a este punto, pero me veo en la obligación de hacerlo por la campaña de desprestigio que se está haciendo hacia mi persona. Lo fácil hubiese sido que mis abogados hubiesen hecho un comunicado, pero creo que en la vida hay que ir de frente y por eso me he decidido a dar la cara yo. No me refiero a los medios de comunicación, los periodistas hacen su trabajo, les dan una información e informan. Cuando digo campaña me refiero a personas de mi club que por lo visto tienen previsto desacreditarme como profesional y persona. Mi recorrido como profesional ha quedado demostrado durante este tiempo o al menos lo he intentado.

Quiero aclarar toda la mentira que se ha filtrado sobre mí y la decisión que he tenido que tomar como trabajador. Toda la polémica se desencadena cuando se filtra que yo he rechazado una oferta de 2,7 millones de euros netos y es totalmente falso, dando a entender que yo no quiero quedarme en este club, algo que es totalmente falso. El día 2 de julio mi representante en ese momento me hace una oferta notablemente inferior a la que se ha hablado estos días y se negocia durante el verano, a mediados de agosto empiezan a surgir inestabilidades en el club que afectan a los jugadores, entre ellos yo. Caso Marcelino. El 30 de agosto de 2019 se le comunica a mi representante en ese momento que dada la situación estoy muy desanimado, al igual que todos mis compañeros y prefiero que las aguas se calmen, pero le hago saber y llegar que quiero quedarme más allá de esta temporada, es decir renovar. Queda todo parado hasta el 13 de noviembre de 2019 cuando contacta conmigo otra persona del club, Jorge López, preguntando si quiero renovar. Obviamente mi respuesta es sí. Se me hace una oferta verbal inferior a la que se ha publicado, se llega a un acuerdo verbal a falta solo del contrato.

El día 7 de enero cuando nos encontramos en Arabia y solo estoy a la espera de la firma que se firmaría en breve, me pide un responsable del club que acuda a la habitación del presidente y en dicha conversación cambian las condiciones que teníamos pactadas, en ese momento llegan las conversaciones para llegar a un nuevo acuerdo porque mi intención es renovar. Cambia el interlocutor con el que se había alcanzado el acuerdo. Estas nuevas conversaciones se producen con César Sánchez, de quien nunca se recibe ninguna nueva oferta ni se negocia la anterior que estaba muy avanzada, es decir se queda todo paralizado. El sábado 1 de febrero me lesiono la rodilla y tanto el entrenador como César me trasladan que tienen intención de renovarme. Al poco después se me solicita la baja federativa, para fichar a otro jugador y yo accedo y pregunto qué pasará con mi renovación y la respuesta es un silencio. Hasta el día de hoy no he vuelto a recibir ninguna oferta, ni siquiera me han trasladado la intención de renovar. (Se emociona).

Como trabajador voy a defender mis derechos, aquellos que se han visto alterados aprovechándose de la pandemia por parte del club. Desde primer momento quise colaborar en mi reducción de salario ajustándome únicamente a completar el salario de los trabajadores que estaban en ERTE, pero no se me admitió, querían una reducción mayor y procedieron a meterme en un ERTE de reducción de jornada estando en baja médica. Todo lo citado por supuesto con las pruebas pertinentes. Me da pena llegar a este punto, el no querer renovar a un trabajador es totalemente lícito, pero creo que también puede ir acompañado de la buena relación, no es necesario acabar mal. No entiendo esta forma de actuar hacia mí porque mi comportamiento como persona ha sido bueno y como profesional también. Como jugador a algunos les gustaré más y a otros menos, perp hacer ver que por dinero no me quiero quedar, me parece un poco injusto. Aquí he sido feliz y me gustaría seguir siéndolo, pero a la vista está que no depende de mí".