Desde un punto de vista de trabajo previo hasta que el mercado empiece a moverse de verdad conforme las diferentes competiciones de fútbol se reanuden y los clubes vayan recuperando la actividad normal, el Valencia CF no está parado. Los técnicos siguen trabajando recabando información de futbolista a la espera que 'empiecen las hostilidades'.

Y es en la línea defensiva donde más cambios puede haber de cara a la temporada que viene. De momento hay dos futbolista cuya continuidad está más que en entredicho, como son el francés Mangala y el argentino Ezequiel Garay. El primero porque Celades cuenta poco, o muy poco, con él, y el segundo porque su proceso de renovación de contrato, que termina el 30 de junio, unido a la grave lesión que sufrió a principios de febrero, han derivado en un enfrentamiento público con el club que a día de hoy parece imposible de ser reconducido.

En cuanto a los otros dos defensas centrales, el brasileño Paulista es indiscutible y uno de los pilares del proyecto. A tal efecto él y el club quieren ampliar el contrato que finaliza en 2020 y no se prevén problemas en que así suceda. El otro defensa, el francés Diakhaby, es uno más del equipo y su salida solo se contempla si llega una buena oferta por él. Y respecto a nombres de posibles futbolistas para el futuro hay dos apuntados en letras mayúsculas como son el portugués Diogo Leite y el argentino Germán Pezzella, pero al club llegan multitud de ofrecimientos a diario.

Uno de los últimos ha sido el de Jorge Meré, futbolista asturiano, formado en la cantera del Sporting de Gijón, de 23 años y que actualmente juega en el Colonia de la Bundesliga alemana. Meré termina contrato con el Colonia en 2023 y recientemente ha sido ofrecido al Valencia CF en unas condiciones ventajosas, pero el club no contempla esta contratación. Meré fue ofrecido y el Valencia CF lo ha rechazado.

«Animación» en el derbi

El Valencia y L'Agrupació de Penyes trabajan ya en una campaña para que las peñas del club puedan dar colorido a las gradas de Mestalla en los partidos que se disputen a puerta cerrada llenándolas de camisetas, banderas, bufandas o cualquier elemento con simbología valencianista. El club explicó que la intención es «animar» al equipo y mostrarle su apoyo aunque físicamente los seguidores no puedan estar en las gradas. Podrán participar en el proyecto las peñas que estén inscritas en la agrupación. El Valencia ya sabe lo que es jugar un encuentro sin público esta misma campaña, ante la Atalanta.