En un escenario construido entre barro y agua se presentó el Valencia cual escuadrón de combate y con una única misión en la cabeza: Ganar. Más o menos así empezaba la crónica de la primera visita del Valencia CF al feudo del Eibar, donde logró la que hasta ahora es su única victoria en Ipurua. Ese día, 20 de diciembre de 2014, un equipo reconstruido y en crecimiento al mando de Nuno Espirito Santo lograba una victoria con la que despedía el año en puestos de Champions. La hoja de ruta no podía estar más clara: seriedad, eficacia y esfuerzo para contrarrestar las virtudes del rival y acabar marcando la diferencia a base de calidad. Fueron noventa minutos de lucha y un momento de lucidez para desequilibrar la balanza: Superada la media hora, y en un momento de asedio sobre la portería de Diego Alves, Rodrigo de Paul levantaba la cabeza y lanzaba una contra mortífera, un balón colgado a la espalda de la defensa milimetrado para la carrera de Piatti, que sorteando con un punto de fortuna al portero dejaba el gol en bandeja a Paco Alcácer.

Han pasado algunos años y, salvando las distancias, la receta del éxito no deja de ser la misma en el pequeño e incómodo rectángulo de juego eibarrés, donde el Valencia CF se volverá a jugar muchas de sus opciones de engancharse a la lucha por la cuarta plaza de Champions: Resistir y golpear. Bajar al barro para subir al cielo. El equipo salvó una primera bola de partido derrotando en Mestalla a Osasuna, pero todo lo que no sea volver con los tres puntos y acabar así la jornada a solo cuatro del Sevilla será un mal resultado y una magnífica ocasión perdida para entrar en dinámica ganadora, un refuerzo anímico necesario cuando todo se va a jugar en apenas tres semanas.

No lo va a tener fácil el conjunto de Celades, nunca lo ha sido un partido en Ipurua. A sus propias dudas se une el hecho de que se va a encontrar delante un equipo dispuesto a matar por tres puntos que le pueden suponer media permanencia en LaLiga Santander, que ha logrado rehacerse después de caer ante el Real Madrid para sumar dos empates ante Athletic y Getafe. Por contra, ha encontrado el vestuario del Valencia argumentos para mirar hacia arriba. Una portería a cero después de mucho tiempo, la rabia contenida por las últimas decisiones del VAR, el regreso de futbolistas importantes como Paulista en defensa y Guedes en los últimos metros. El resultado de este cóctel en la primera de las ocho finales que restan va a marcar cuál es finalmente el objetivo por el que luchar€ Y el equipo quiere Champions.

El once de Celades se debate entre la gestión de esfuerzos, las peculiaridades del partido y del rival así como la necesidad de dar confianza a esos jugadores que van a más en determinadas posiciones. Como Guedes acompañado esta vez por Ferran en la banda contraria, dos puñales. En los laterales Florenzi y Gayà, que vuelve después de cumplir ciclo de tarjetas, quizá Mangala por Guillamón para repeler en ataque aéreo del Eibar, Kondogbia, Parejo, Rodrigo y Gameiro con Daniel Wass y Maxi como alternativas. Y en menos de tres días, el Villarreal en La Cerámica. Otra final.

El Eibar, de menos a más

Mientras, las sensaciones del equipo eibarrés parecen ir de menos a más y, tras la derrota en Valdebebas ante el Real Madrid, hizo un buen partido contra el Athletic de Bilbao que terminó en empate, volvió a igualar en una salida complicada al Coliseum del Getafe y ahora culmina contra el conjunto valenciano la parte más complicada de su calendario. José Luis Mendilibar, el técnico del Eibar, volverá a ver el encuentro desde la grada al cumplir su segundo partido de sanción tras ser expulsado en el derbi vasco ante el Athletic de Bilbao, por lo que en el banquillo volverá a estar Andoni Azkargorta, segundo técnico del equipo.

Como el Eibar rindió bien ante el Getafe es muy probable que no haya excesivas rotaciones en el once titular que se oponga este miércoles al Valencia, yya que Mendilibar que ha cuidado muy bien la condición física de sus hombres y sólo pierde al central Arbilla, además de a Iván Ramis que sigue de baja.

El argentino Escalante, Pape Diop o Pedro León tienen opciones en el medio campo y adelante Kike, Enrich y Charles pugnan por uno o dos puestos en la delantera, según el esquema de mayor o menor contención que imponga el entrenador del Eibar.