El fracaso del Valencia postmarcelino quedó ayer confirmado en el estadio de La Cerámica. Un equipo ramplón, desganado y conformista entregó las armas al Villarreal, su antónimo en la Liga. A 6 jornadas para el final, la Champions está (prácticamente) fuera del alcance del equipo (8 puntos) de Celades, que mueve piezas sin que nada varíe de forma sustancial. El Villarreal, con el viento en la popa, está a 3.

Mientras el conjunto de Calleja practica un fútbol laborioso y productivo, el Valencia CF sigue tieso. No tiene juego y sus delanteros son incapaces de marcar un gol. Marcó Alcácer, posiblemente el mejor delantero del mundo que sabe vivir en la línea del fuera del juego. Su gol fue el gol de Alcácer de toda la vida: rayando la frontera, empalmó el regalo de Gerard Moreno al segundo palo.

En la slienciosa tarde de la Cerámica, el equipo de Celades jugó de forma contemplativa, empecinado en un rondo imposible en el medio campo. En apenas 20 mintuos recibió 6 remates, uno de ellos al palo. Luego llegaría el segundo gol en un rondo aéreo entre Asenjo, Cazorla y Gerard Moreno, que no dejaron que el balón tocase el suelo. Gerard la empaló con la zurda con un remate precioso en una demostración, la de Cazorla y la suya, de virtuosismo con el balón.

El 2-0 reflejaba lo que pasaba en el campo: El Villarreal, lanzado por Chukweze y Cazorla, tenía identidad y voluntad ante un equipo vulgar, previsible, entregado al destino. La superioridad amarilla era aplastante. El Valencia CF sólo disparó 4 veces a portería, y ninguna fue entre los 3 palos.

La lesión de Gayà, sustituido por Jaume Costa al filo del descanso, resultó ser otra fatal noticia para el Valencia CF, necesitado de futbolistas comprometidos. No hubo noticias de Carlos Soler y Ferran, ni tampoco de Parejo, diminuto en los últimos partidos, hasta que fue relevado por Kondogbia a la hora de juego. Sin su capitán, el Valencia CF es un equipo hueco. Fue, otra vez, incapaz de gobernar el partido, en gran parte por la su escasa contundencia de su acompañante en el medio, Wass. Antes del cambio, protagonizó la mejor ocasión de su equipo: su disparo salió fuera al golpear en una pierna.

Los cambios ?entraron Guedes, Gameiro y Kang In Lee? dieron un poquito de profundidad al Valencia CF. El delantero francés disfrutó de la ocasión más clara, tras un servicio del coreano, en uno a uno ante Asenjo que neutralizó el portero. Fuegos de artificio de un equipo al que le sobra el tramo final de la Liga.

Desgobernado, con Celades más fuera que dentro, el club de Mestalla vuelve a demostrar la mediocridad de su gestión. Otra vez a resetear de cero y van...

Celades: «No temo nada»

El entrenador del Valencia CF señaló: «No considero que haya habido falta de actitud, el rival ha sido mejor. «Sigo manteniendo lo mismo» señaló preguntado por su declaración del sábado en la que aseguró que no pensaba dimitir.