Gabriel Paulista se levantó de su llanto de dolor de Getafe y lanzó un mensaje después de pasar uno de los días más difíciles de su carrera deportiva. El central y cuarto capitán del Valencia CF, que rompió a llorar a pie de campo en el Coliseum Alfonso Pérez cuando le preguntaron por el descenso, escribió en sus redes sociales: «Até o fim» (»Hasta el final» en castellano) acompañado de un «Amunt» y de una fotografía del calentamiento de sábado en la que está saltando enérgicamente en busca de un balón.

El hispano-brasileño se derrumbó en Getafe, vivió uno de sus viajes de vuelta a casa más amargos como jugador del Valencia, pero ha reaccionado con un mensaje: como capitán se compromete a que el equipo va a luchar contra viento y marea hasta el final por salvar la temporada y no va a bajar los brazos por mucho que sea el sufrimiento, la frustración, la impotencia y el bloqueo mental de un equipo que definitivamente quiere y no puede por culpa de la pésima gestión deportiva de Meriton, la falta de liderazgo y soluciones de Javi Gracia desde el banquillo y el bajo rendimiento de algunos de sus jugadores.

Paulista acabó el partido entre lágrimas. El jugador rompió a llorar en medio de la entrevista post-partido cuando se le preguntó por la diferencia entre luchar por la Champions y tener que hacerlo ahora por el descenso a segunda división. El central, que tuvo que ser animado por empleados del club, fue muy contundente con la autocrítica en sus declaraciones: «Este escudo no se merece esto», «No estamos honrando a este club», «No estamos haciendo nada» o «Hay que trabajar más».

Abatidos. Es la palabra que mejor define a los jugadores del Valencia a su regreso de Madrid en la madrugada del sábado al domingo. El viaje se hizo pesado y largo como lo está siendo la temporada desde hace tiempo. La carga de responsabilidad de los pesos pesados del vestuario cada vez es más grande. Empieza a ser insoportable. La frustración, la impotencia y el sufrimiento se ha apoderado de todos. El llanto de dolor y lágrimas de Paulista es el reflejo de lo rota que se encuentra la plantilla. El central lo exteriorizó delante de las cámaras, pero es un sentimiento generalizado dentro del vestuario. Kang In Lee también se tiró al césped al final del partido roto por lo que había sucedido en el campo. Lo mismo le pasó a Jaume Domènech tras ganar al Elche. Por no hablar de un José Luis Gayà y un Carlos Soler que ni siquiera pueden desconectar en sus días libres por el compromiso, la exigencia y la responsabilidad que respiran.

Desprotegidos por el club

Los futbolistas del Valencia CF son los primeros en reconocer que la derrota sufrida en Getafe fue merecida por su escaso bagaje futbolístico. Los blanquinegros apenas dispararon cuatro veces y ninguna de ellas entre los palos defendidos por David Soria. Aun así, en noches como la del sábado entre los jugadores queda una sensación de desprotección por parte del club después de un partido en el que el rival se empleó con una agresividad excesiva y, en cambio, fue el Valencia, que puso menos intensidad en las entradas el que se quedó con un jugador por la expulsión de Diakhaby en el minuto 51. Los valencianistas cayeron 3-0, pero el Getafe mereció también haber quedado limitado como lo fue el Valencia con la expulsión de alguno de sus jugadores. Más allá de Ricardo Arias, cuando ha viajado con el equipo -y este sábado no pudo ser así-, ningún dirigente en el club es capaz de alzar la voz en defensa del equipo en situaciones así.