Javi Gracia reunió a sus jugadores en la mañana del sábado para analizar la derrota contra el Levante. El técnico juntó a sus futbolistas en el césped de la ciudad deportiva de Paterna, incluido los lesionados, para hablar del Derbi y tratar de enderezar el rumbo de un equipo que es incapaz de encontrar la regularidad esta temporada y que, visto lo visto, está condenado a sufrir hasta la última jornada. El entrenador no encuentra soluciones y mientras tanto el equipo se muere deportivamente con los peores números de su historia. Las lágrimas de Gabriel Paulista en Getafe o el gesto de frustración de Kang In llevándose las manos a la cabeza en el Ciutat son el reflejo del sufrimiento y la frustración de unos jugadores que no ven la luz en el oscuro túnel en el que se ha convertido la temporada. Como dijo Oliva «hay que entrenar y trabajar más».

¿Qué les dijo Gracia a sus jugadores? El técnico comenzó diciendo que le gustó el arranque de partido, pero que incumplieron con muchas de las cosas que habían hablado durante la semana en los entrenamientos y así era muy difícil. El técnico les recordó que había que llevar el balón por fuera y no se hizo. También les dijo que era muy importante que no se cometieran pérdidas por dentro y una de ellas fue el origen del gol del Levante. «Con tanta pérdida de balón es muy complicado jugar», señaló. El técnico quiso pasar página e invitó al equipo a centrarse en el próximo partido de LaLiga contra el Granada y a intentar «ganar dos partidos seguidos». Así se lo dijo a la plantilla. Ese es lamentablemente el triste objetivo del Valencia en esta temporada para el olvido.

La otra realidad es que el mensaje de Javi Gracia cada vez pierde más fuerza en la plantilla. El técnico ha llegado debilitado al mes de marzo porque no está siendo capaz de ofrecer soluciones al equipo ante el sufrimiento y el desespero de los jugadores que peligrosamente ya ha alcanzado a los pesos pesados. El Derbi no es una derrota más. El partido ha dejado tocado a Gracia en clave vestuario. Le ha hecho perder crédito. Los jugadores asumen su parte de responsabilidad en el derrota, pero no entienden algunas de las decisiones que tomó el entrenador y que no ayudaron a competir. Una de las que sorprendió fue la posición de Mouctar Diakhaby en el centro de la defensa de tres asumiendo una función de libre para la que está mejor preparado Hugo Guillamón. No se entendió que jugara y menos que se mantuviera. Como tampoco que insistiera hasta el 75’ en su idea del 5-3-2 a pesar de la sensación de bloqueo general. Ni funcionó en el Derbi ni en el mes de diciembre contra el Sevilla. Dos cambios de sistema, dos derrotas. Más desapercibida pasó otra apreciación. Tampoco se entendió que el técnico quisiera jugar por fuera con carrileros largos para llegar a línea de fondo con peligro y que no hubiera nunca delanteros en el área porque Gonçalo Guedes y Kevin Gameiro son dos jugadores que se mueven por fuera del área y suelen pedir el balón al pie. Gracia se equivocó. Los jugadores lo saben. El problema crece. La sensación de los capitanes de que solo ellos pueden evitar el desastre este año cada día es mayor.

El Valencia se juega la «vida» en la próxima jornada ante el Granada. Ha de ganar para seguir alejado del descenso o se puede meter en serios problemas.