¿Qué pensó cuando vio lo ocurrido en el Cádiz-Valencia?

Me sorprendí mucho de la reacción de Diakhaby porque se va del partido y se dirige al jugador del Cádiz. Cuando juegas a fútbol, estás muy concentrado en el juego y él sale de su posición y va directamente contra el adversario. Tuve la sensación de que había pasado algo extremadamente grave.

¿Es una oportunidad perdida que no se suspendiera el partido?

Al jugador que sufre el insulto el árbitro no le protege y le enseña una tarjeta. Los jugadores del Valencia deciden irse del campo y, otra cosa interesante: la institución no protege a la víctima de racismo y dice: ‘si no reanudáis el partido, lo perdéis. Tenéis que continuar’. Y eso es lo que es muy grave. Es decir que las personas que sufren racismo en la sociedad no son jamás protegidas. Y el otro mensaje que se da es ‘no creéis problemas’, haced que la cosa continúe. Encuentro eso extremadamente injusto. Y espero que el mundo del fútbol, las instituciones, reflexionen. Comprendo que cuando el árbitro hace reanudar el choque no sabe si el jugador ha pronunciado esa palabra. Podría antes de empezarlo de nuevo ir a ver la imágenes, igual que va a ver el VAR, para escuchar lo que se ha dicho. Y si escucha eso, que expulse al jugador. Y sería interesante que de ser así, se diera el partido por perdido al equipo infractor. Porque sería una enseñanza para que eso no se produjera jamás.

Cambiando la lógica, que pierda los puntos el equipo infractor y no el que se retira, ¿se contribuiría al cambio de mentalidad?

Aunque fuera solo una vez, diría a la sociedad que no aceptamos más el racismo. Mandar un mensaje de ‘estamos contigo y no permitiremos que eso se pueda hacer de nuevo’. Así que cuando las cosas se calmen y sepamos qué ha dicho exactamente el jugador del Cádiz, sería interesante dar el partido perdido al Cádiz. Sería la mejor manera de educar a toda la sociedad y no solo al mundo del fútbol. Hay que hacer desaparecer el racismo del mundo del fútbol. Si lo hacemos, mejorará la sociedad.

Porque si no el mensaje es que la víctima se lleva una amarilla y es el único que no ha jugado luego.

Exacto. Debemos mandar un mensaje muy claro: las personas que sufren agresiones racistas deben de ser protegidas. Y a las que cometen los actos racistas hay que decirles: ‘no, no, no toleramos esto’. Hay que felicitar a los jugadores del Valencia y a los dirigentes. Que todos han dicho ‘nosotros no aceptamos que un jugador de nuestro equipo sufra racismo’. Y después, aunque esté en la obligación de reanudar el partido, se envía el mensaje de que se ha reanudado porque no sabíamos qué había pasado exactamente.

¿Qué mensaje se manda cuando el único partido que se ha suspendido en España no es por racismo, ni machismo ni homofobia sino por llamar nazi a un nazi?

Eso quiere decir simplemente que hay cosas que son más importantes que otras. Si no paras el partido por racismo, sexismo o por homofobia eso quiere decir que mandas un mensaje de que eso no es grave. Y creo que debemos mandar un mensaje de que no debemos dejar pasar más estas cosas. Cuando hay discriminación ligada al color de la piel, al género o a la sexualidad, hay que parar el partido. Si hay alguna vez un jugador con gesto racista, roja y partidos de suspensión.

Iñaki Williams ha ido a los tribunales. ¿Este es el camino?

Históricamente hemos luchado contra el racismo a través de la ley. Y lo que ha hecho es extremadamente inteligente. Si el mundo del fútbol no soluciona el problema, habrá que apelar a la justicia.

El primer caso documentado de racismo en el fútbol fue en 1951, hace 70 años. ¿Cuántos años más estaremos así?

La respuesta es muy fácil. ¿Por qué aceptamos todo esto? La realidad es que las cosas continúan porque la gran mayoría de la gente acepta y sobre todo las instituciones aceptan. Las instituciones, los jugadores, los dirigentes, los presidentes de clubs, los árbitros son los que pueden hacer cambiar las cosas. Pero si para la gran mayoría esto no es un problema dentro de 20, 30 o 50 años seguirá habiendo casos de racismo. Y por eso digo que es un error decir que son las víctimas de racismo las que tienen que encontrar una solución. No somos nosotros sino todos los otros que deben de preguntarse por qué aceptamos esto. Si no haces nada quiere decir que no te molesta.

¿Por qué se ha tolerado tanto la intolerancia?

Muy fácil, porque nuestra cultura está construida sobre el racismo. Son hábitos ligados a la historia. Y como son hábitos, la gente no entiende la violencia y la gravedad. Si Diakhaby deja de jugar y atraviesa el campo puedes imaginar hasta qué punto ha sufrido, hasta qué punto ha sido desestabilizado. La gran mayoría que no se indigna por el racismo no comprende la violencia del racismo, que es una herida en tu interior. Si hay gente que dice que no es muy grave y hay que seguir, los que lo comprenden deben decir sí que lo es, y se tiene que parar. Medios, jugadores, clubs... todos tienen que dejarlo claro. Porque si seguimos con que no es grave es por eso que no se evoluciona aunque pasen los años.