El Valencia CF hace parada hoy en el Benito Villamarín, el estadio donde el 25 de mayo de 2019 se proclamó campeón de Copa delante del Barcelona de Leo Messi. Una semana antes, en Valladolid, aquel conjunto terminó la Liga en la cuarta posición y clasificado para la Liga de Campeones. Hoy, casi dos años después, nada es igual en un equipo blanquinegro que se pierde en la decimotercera tercera plaza de la clasificación. Sin otra aspiración que la de alcanzar la barrera de los 40 puntos cuanto antes.

La caótica planificación deportiva, aderezada con la política de mínimos, del máximo accionista, Peter Lim, ha propiciado que el actual Valencia no tenga casi nada en comparación con la grandeza en los mejores años de su historia. En las últimas jornadas de la Liga, al cuadro de Javi Gracia no le queda más que evitar que el escudo caiga aún más en la tabla. Ya solo es una cuestión de honor. El Valencia ha viajado a Sevilla con el objetivo de sumar tres puntos que den tranquilidad, que dejen la permanencia a tiro de piedra y, sobre todo, que le sirvan para escapar de la deshonra de ser el equipo de la Liga en peor forma como visitante de la competición de la regularidad.

Alavés, Getafe, Elche y Valencia son los equipos que menos puntos, diez, han sumado lejos de sus estadios. Y, entre los cuatro, el de Gracia es el que menos puntos cuenta en los últimos seis desplazamientos. Solo uno, el empate en San Mamés con el Athletic (1-1) de los últimos 18. Los valencianistas no ganan fuera de Mestalla desde el 10 de enero en Valladolid, cuando lo hicieron con gol de Carlos Soler. Aquella victoria en Pucela y otra por 0-1, la de finales de septiembre en San Sebastián a costa de la Real, son las únicas del Valencia a domicilio en toda la Liga.

A 13 puntos de su rival de hoy -el Betis, sexto clasificado- y ocho por encima del descenso, la motivación en el Villamarín será encontrar la confianza para empezar a corregir tan negativa tendencia. Tres días más tarde, habrá otra oportunidad lejos de casa, en El Sadar frente a Osasuna, antes de encadenar tres citas como local: Valladolid, Barcelona y Alavés. Todo lo que no sea haber garantizado los 40 puntos en esta serie de cinco no hará sino aumentar la preocupación en el entorno.

avi Gracia cuenta con las bajas de Maxi Gómez y Gabriel Paulista, sancionados, y Jasper Cillessen, lesionado. ‘Fichajes caídos en desgracia’ como Ferro o Cutrone albergan alguna esperanza de entrar en el once, aunque las opciones más seguras para suplir a Paulista y Maxi son Guillamón y Gameiro.

En la parte verdiblanca, Manuel Pellegrini mantiene a los suyos pujando por meterse en la Europa League. Los béticos, de los mejores de esta segunda vuelta, cuentan con las dudas por molestias de Guardado y Borja. Por ello, el chileno podría apostar por el sistema con falso ‘9’ con el que empató en su estadio contra el Atlético (1-1).