Entre la decadencia de las dos últimas temporadas, si existe un rival con el que el Valencia CF ha continuado comportándose como un grande, sin duda, ese ha sido el FC Barcelona. El conjunto entrenado por Ronald Koeman, extécnico blanquinegro en la temporada 2007/08, tiene motivos para presentarse este domingo entre un mar de dudas y preocupación. Al hecho de que el miércoles desaprovecharan una oportunidad de oro para liderar la Liga tras perder sorprendentemente a manos del Granada (1-2), los catalanes se jugarán mañana una de sus últimas balas por el título contra un adversario que se le atraganta desde la campaña 2018/19. El año del Centenario para los valencianistas, que sellaron con el título de Copa frente a los barcelonistas en el estadio Benito Villamarín de Sevilla.

Al Valencia de Javi Gracia siempre le quedará la historia, en este caso la más reciente, como un argumento al que aferrarse y con el que motivarse. Carlos Soler, uno de los capitanes y motor en el centro del campo blanquinegro, lo recordaba hace un par de días: «En el partido de ida supimos contrarrestar al Barcelona y conseguimos un punto. Fue un partido muy igualado. Ellos no han logrado la victoria en Mestalla en las últimas temporadas. Tenemos que estar muy juntos y ser un equipo más que nunca para dejar al Valencia lo más arriba posible y mejorar el nivel que estamos ofreciendo».

Si en València, comprobada la trayectoria del equipo a lo largo del curso, un partido como el del domingo infunde algo más que respeto, en Barcelona pasa tres cuartos de lo mismo. Tampoco las tienen todas consigo. Desde el entorno barcelonista se tilda el de Mestalla como el partido más complicado que deberán afrontar los culés de los cinco que les quedan con permiso de la visita al Camp Nou del Atlético del 8 de mayo. La estadística asusta el Barça, que solo ha podido ganar al Valencia en uno de los seis últimos enfrentamientos entre ambos.

El escudo y la camiseta pesan, y parece que los emblemas blanquinegros echan para atrás a los jugadores del Barça. No con la misma fuerza que a principios de siglo, cuando Piojo López, Mendieta y Cañizares lideraban al Valencia, pero lo cierto es que los blaugrana lo pasan mal cuando los ‘murciélagos’ se ponen delante. De hecho, solo hay uno entre los grandes rivales de Europa a los que se ha enfrentado el Barcelona, en los últimos años, con un balance en los últimos seis encuentros mejor que el de los valencianistas, el Bayern de Múnich. Con aquel 2-8 en la Champions incluido, los bávaros han ganado cuatro, empatado otro y perdido solo uno de su serie de seis partidos contra el Barcelona.

El Valencia, por su parte, desde el curso 18/19 ha sumado dos victorias, tres empates y una única derrota con los barcelonistas delante. Únicamente el Chelsea cuenta también con una sola derrota en la misma comparativa. Todos los demás han sido más vulnerables con Messi y compañía al otro lado del campo: Real Madrid (3 victorias-1 empate-2 derrotas), Atlético (2-2-2), PSG (2-1-3), City (1-0-5), Liverpool (2-1-3), United (1-1-4), Juventus (2-2-2), Inter (1-1-4) o Sevilla (1-2-3).

En la primera vuelta de la Liga 18/19 Valencia y Barça firmaron las tablas en Mestalla con goles de Leo Messi y Garay. Meses después, el empate volvió a reinar en el marcador gracias a los tantos de Gameiro y Parejo, que fueron neutralizados a la postre por un doble del ‘10’ argentino. El tercero de los seis últimos partidos fue el de la gloria copera del Valencia de Marcelino. Esta vez Messi no pudo igualar la brecha de dos tantos que abrieron Gameiro y Rodrigo en el primer acto. La final terminó con victoria blanquinegra por un gol a dos goles, y con la octava Copa. Entonces, los catalanes también llegaron al partido tras un duro golpe, la eliminación en semifinales de la Champions contra el Liverpool.

El único triunfo barcelonista sucedió en septiembre de 2019. El abultado 5-2 en el Camp Nou en el estreno de Albert Celades en el banquillo valencianista. Sin embargo, la ‘vendetta’ se la cobró el Valencia en la segunda vuelta del curso 19/20 gracias los goles de Jordi Alba en propia puerta y Maxi Gómez.