El peligro de que el Valencia CF descienda a segunda división es real. Tan real, que le ha costado el puesto a Javi Gracia. El técnico navarro ya es historia y de nuevo es Voro el elegido para salvar la nave valencianista. El de La Alcúdia se sentará en el banquillo del Valencia CF hasta final de temporada. Tiene por delante cuatro finales. La primera este domingo en Mestalla ante el Valladolid. Después le quedan Sevilla en el Sánchez Pizjuán, el Eibar en Mestalla y visita a Huesca en la última jornada del campeonato.

Poco después de las doce del medio día de ayer lunes el Valencia CF hacía oficial el cese del navarro como entrenador: «El Valencia CF ha comunicado este lunes a Javi Gracia su destitución como entrenador del primer equipo. El Club quiere agradecerle públicamente su trabajo y dedicación durante estos meses al frente del banquillo y le desea los mejores éxitos de cara al futuro. Salvador González ‘Voro’ pasará a dirigir el primer equipo de modo provisional». Media hora antes Voro ya se había vestido de corto para dirigir su primer entrenamiento en esta su séptima etapa como técnico. Una más.

El detonante de la decisión que termina con el cese de Gracia no es la derrota ante el Barça, es la dinámica del equipo en los últimos encuentros y la frontera del partido de este domingo ante el Valladolid en Mestalla. El Valencia CF tiene seis puntos más que Elche y Huesca, que son los equipos que abren los puestos de descenso a segunda, y viene de sumar solo tres puntos en seis encuentros, es decir, tres puntos de los últimos 18 que ha disputado. Perdió 2-1 ante el Cádiz, empató a dos ante la Real Sociedad y el Betis, perdió 3-1 en El Sadar frente a Osasuna, empató a uno con el Alavés y la mencionada derrota 2-3 ante el FC Barcelona. Y tiene solo cinco puntos más que el Valladolid, que es decimoséptimo en la tabla por delante de Huesca y Elche, y el próximo rival de los blanquinegros. El pánico se ha apoderado de Meriton. El escenario de perder ante el Valladolid y tener que visitar el Sánchez Pizjuán y terminar a falta de dos jornadas con solo tres puntos sobre el descenso ha pesado demasiado.

Y ante ello, reacción. Cese de Javi Gracia. Finiquito. Nada de cláusula de escape. Cuando finalizara la temporada club y técnico navarro tenían a su disposición la posibilidad de romper el contrato pagando medio millón de euros pero la presión y la necesidad han podido más. Si Gracia exige cobrar todo su contrato, el Valencia CF tendrá que pagárselo todo porque así li tiene firmado. No ha habido acuerdo previo al cese.

La necesidad de estimular al equipo en estos cuatro partidos que quedan ha pesado más que lo económico. Lo urgente y lo importante ahora mismo es la salvación matemática, algo que con Gracia no se ha logrado. Le toca a Voro calmar la mucha preocupación que hay en el club y en Meriton por el momento deportivo del equipo, por ello tras el cese de Gracia el club transmitió al vestuario un mensaje de confianza plena porque son ellos, junto a Voro, quienes han de sacar al club de la delicada situación en la que se encuentra.

En cuanto a Gracia, en primera instancia es inequívoca responsabilidad del máximo accionista Peter Lim y del presidente Anil Murthy en ficharlo, en no aceptar su dimisión el pasado mes de octubre, y sobre todo, en mantenerlo hasta ahora asumiendo un riesgo que siempre ha estado ahí pero que posiblemente ahora tenga cara y ojos: la segunda división. El navarro ha fracasado como gestor de grupo y ha sido incapaz de cambiar la dinámica del equipo. De hecho, tras el partido contra el Cádiz en Mestalla, que terminó con empate a uno, ya hubo una reunión telemática entre Anil Murthy y Peter Lim en la que se valoró el cese del navarro pero finalmente se optó por darle un nuevo margen de confianza tal y como años atrás se hizo con Marcelino. El asturiano fue capaz de darle la vuelta a la situación y lo hizo sobre todo con el apoyo de un vestuario que estaba con él.

No ha sido el caso de Gracia, cuyo fracaso como gestor del grupo comenzó a principios de octubre cuando los capitanes le pidieron que no dimitiera porque estaban con él, y al día siguiente no acudió en el entrenamiento porque a esa hora estaba con su representante en las oficinas del club presentando la dimisión. El líder se bajó del barco el primero. Deja la impronta de un entrenador trabajador que no se ha adaptado una situación complicada. Muy complicada. Gracia ha perdido la batalla del relato. Lo tenía todo a favor para ser el referente de una afición ávida de hombres de fútbol en el club. Pasó de ser el salvador, el clavo ardiendo al que aferrarse, a l a gran decepción. El tiempo ha demostrado que no es fácil adaptarse a Meriton, pero si alguien ha sido un inadaptado, es Javi Gracia.

Con el cese de Gracia son ya doce los movimientos en los banquillos que ha hecho Meriton desde que llegó al Valencia CF en 2014: Pizzi, Nuno, Gary Neville, Pako Ayestaran, Cesare Prandelli, Marcelino García Toral, Albert Celades, Javi Gracia y Voro, del que ha tenido que echar mano hasta en cuatro ocasiones en estos años.