Cerrar la defensa y explotar los recursos ofensivos son las prioridades de Bordalás. El equipo se va a construir de atrás hacia adelante y aunque se debe frenar la sangría de tantos recibidos también es obligatorio mejorar el número de goles. Generar más ocasiones, ser más efectivo, ‘morder’ más alto y empezar más partidos por delante en el marcador para luego ser un equipo aguerrido y fuerte. Las premisas están claras y esto último también supone un punto importante en la hoja de ruta del mercado de fichajes. En ese escenario aparece la figura de Marcos André. El club ya ha preguntado al Valladolid por la situación del brasileño, que llegó con 19 años a España para jugar en el Celta B. Desde entonces ha ido creciendo poco a poco con distintas cesiones al Órdenes y Logroñés. En 2019 apareció el Valladolid por su camino y tras una cesión al Mirandés, en la que marcó 12 goles en Segunda, y realizó una gran Copa del Rey, tuvo una oportunidad en la máxima categoría. Su año en el José Zorrilla no ha sido positivo en términos globales. Sí por sensaciones, pero no por números, ya que ha marcado apenas 4 goles y ha dado 2 asistencias. Aunque tiene una explicación lógica: los problemas físicos.

El delantero brasileño empezó el año sin jugar. Ni tan siquiera convocado en los dos encuentros iniciales tras un verano en el que estuvo a punto de salir al Mallorca o de nuevo al Mirandés. Esperó su oportunidad y le llegó. En los primeros encuentros no tuvo el rol esperado, pero en la jornada 9 fue titular y a gran nivel. Contra el Athletic en el José Zorrilla, lo de Marcos André fue salir y besar el santo. Provocó un penalti que transformó Orellana y anotó el 2-0 para que los de Sergio González cerraran el choque con los tres puntos. Y ahí llegó su mejor racha. Tres partidos consecutivos marcando para hacerse fuerte en el frente de ataque y ver cómo a finales de diciembre todo se derrumbaba. Una pubalgia le mantuvo fuera hasta abril. En sus primeras seis titularidades el equipo fue capaz de ganar 11 de 18 puntos pero después de tantos meses parados le costó volver a buen ritmo y apenas marcó un gol. En el Valencia podría recuperar su nivel y además encaja a la perfección con Bordalás.