La llegada de José Bordalás al Valencia ha tenido un efecto inmediato en el rendimiento del equipo, con 7 puntos de 9 posibles y muy buenas sensaciones en el juego. La transformación es colectiva, con el resultado de un bloque muy coral, pero se explica a partir de muchos cambios individuales que el técnico alicantino.

Una puesta en escena arrolladora con ocasiones y goles

Es el gran cambio. El Valencia ha dejado de ser un equipo contemplativo en los inicios o reactivo, para querer ser protagonista desde el primer minuto de juego. Las salidas del equipo son en tromba, con múltiples llegadas, ocasiones claras y hasta goles en los primeros minutos de juego.

Mayor poder intimidador, primer equipo en faltas de LaLiga

El Valencia se ha hecho un equipo dominador en las áreas y expeditivo en cada lucha por un balón dividido. Su poder intimidador también ha aumentado. Del conjunto timorato de las dos últimas temporadas que a veces dejaba su casillero de faltas en cinco, en tres jornadas ha roto el molde y es el equipo que más infracciones comete, 56, y se instala en la media de 18 faltas por partido que cometía el Getafe con Bordalás a los mandos.

De estar desaparecido a ser una bala con incidencia en los goles

La aparición de Bordalás privilegia las condiciones de Cheryshev, un futbolista alejado de virtuosismos técnicos, pero de ataque muy vertical, veloz y decidido, que mira a puerta contraria sin preámbulos. Ha intervenido en los dos goles que abrieron el marcador en Mestalla, provocando el penalti ante el Getafe y asistiendo a Wass contra el Alavés. En Granada tuvo la primera ocasión del partido al minuto y medio de juego. El extremo ruso, que parecía desaparecido en combate, vuelve a atravesar uno de sus cíclicos buenos momentos de forma. Le deben respetar lesiones.

La educación defensiva de un lateral convertido en una roca

La seguridad y contundencia defensiva caracterizan a los equipos de Bordalás. Con Correia, un lateral de vocación atacante, ha logrado aprovechar su fortaleza física para educarle en conceptos defensivos sólidos. Sin perder del todo presencia ofensiva, en las primeras jornadas se ha convertido en una roca defensiva y ha contribuido a que el equipo solo haya recibido un tanto en los tres primeros partidos.

Recupera su clásica capacidad de llegar desde segunda línea

Si hay una característica que ha acompañado a Carlos Soler durante toda su etapa de formación, así como en su primera aparición en el primer equipo, es su facilidad para el gol, su intuición para encontrar el espacio desde segunda línea y entrar al remate. Delantero de origen, muchos de sus goles se parecen. Bernabéu, Cerámica, Mendizorroza… Aún partiendo desde la banda, con Bordalás se acumulan jugadores en posiciones de remate y está recuperando su faceta como «llegador», su característica aparición al estilo Lampard, Gerrard o Fernando Gómez. La prueba llegó con la rúbrica del gran gol de espuela que encarrilaba el partido frente al Alavés.

Dueño del mediocentro después de querer forzar su salida

Quizás con Daniel Wass se haya producido el mayor milagro de Bordalás. El danés era un jugador desconectado, decidido a marcharse del club y que llegó a plantear un pulso, con amago de rebeldía, para forzar la salida al Olympique de Marsella. Con mano izquierda, en el día a día Bordalás ha reconducido la actitud del centrocampista, aunque siga estando lejos de renovar. Y está brillando jugando en el medio, una posición que no ha frecuentado en el Valencia y que le era más familiar en el Celta, pero más respaldado con tres efectivos en la medular. Desde el medio ha ganado en llegada y lo agradece su buen pie. Era uno de los tapados en faltas y saques de esquina por la jerarquía de Parejo.

Implicación, presión y desgaste en beneficio del colectivo

Maxi Gómez todavía no se ha reencontrado con el gol con la facilidad que tenía en el Celta. Pero ha encontrado en un Guedes situado como delantero al socio que añoraba desde Iago Aspas. Pero de momento, su servicio al colectivo está siendo impecable. De su presión y desgaste yendo al choque con los defensas rivales están naciendo ocasiones de gol. Era otro de los futbolistas en curva descendiente tras la última temporada y que también había planteado su marcha. Su perfil, sin embargo, encaja como un guante en los delanteros combativos de Bordalás, con un plus de calidad técnica añadido. El técnico parece haberle convencido de que puede ser su año y está más enganchado que nunca, a veces incluso poniendo su físico al riesgo y jugando con falta de visión en un ojo. Recuperado el compromiso, los goles llegarán.