El Valencia CF salió a jugar contra el Mallorca con una serie de cambios en el once que no acabaron de cuajar y llevaron a José Bordalás a corregir con tres cambios en el descanso. El único de los suplentes habituales que se salvó de la quema fue Hélder Costa, al que el entrenador mantuvo la confianza pese a una discreta primera parte y que acabó convirtiéndose en la mejor noticia del partido para el equipo.

El extremo angoleño salió tras la reanudación con las pilas puestas, la pidió, encaró y tiró de personalidad para convertir la banda derecha en un importante foco de peligro para los valencianistas. El ‘11’ sabía que estaba ante su oportunidad de pedir paso en los planes del equipo y cogió un remo para mantener a flote el barco de Bordalás en una segunda parte en la que el Valencia estaba obligado a hacer frente a una renta negativa de dos goles.

Con el paso de los minutos su producción ofensiva fue aumentando, cada vez más cómodo sobre el verde de Mestalla y empezando a mostrar sus credenciales: electricidad y buen toque de la pelota. Fue el primero en avisar con un desmarque al área para encontrar el envío al espacio de Marcos André, pero su disparo salió repelido. Minutos después los mismos protagonistas, pero con los roles cambiados, estuvieron más cerca que nunca del gol: Costa la puso con música al segundo palo y André estrelló el balón en el palo de cabeza. En un partido de constantes centros pasados, el angoleño mostró su buen pie para este tipo de acciones.

A lo largo del partido alternó las dos bandas, pero fue por la derecha cuando estuvo realmente inspirado. Costa es un extremo más habituado a trazar diagonales hacia dentro y ceder su carril al lateral que de estar pegado a la línea de cal, de hecho se entendió bien con Jason a la hora de dar amplitud al bloque cuando el Mallorca metió a todo el equipo en su campo y él apareció por pasillos interiores. Los datos refuerzan esa capacidad asociativa: 82% de acierto en el pase y un pase clave.

Justo a tiempo

Hasta el partido completo del sábado, Costa llevaba solamente 29 minutos jugados y era el fichaje menos utilizado por el entrenador en el arranque liguero a pesar de que el equipo lleva una racha muy negativa de resultados y acusaba el exceso de bajas en posiciones exteriores. La unidad ‘B’ no ha acabado de rendir a su mejor nivel y los cambios en bandas han sido muy frecuentes sin poder encontrar una solución que diese al equipo electricidad y profundidad por fuera. En su primera aparición importante y con minutos por delante para demostrar, el angoleño estuvo a un buen nivel y se postula como una alternativa importante para mejorar la calidad de la rotación. Todavía tiene mucho que demostrar, pero su actuación fue convincente. Hélder Costa pide paso.