El Valencia CF no acabó nada contento con la actuación arbitral de Soto Grado. El árbitro le regaló al Atlético de Madrid el gol de Vrsaljko (1-3) que ponía el partido muy cuesta arriba en el minuto 60. Soto Grado revisó un posible fuera de juego del croata, pero las líneas demostraron que estaba en posición legal. El error del árbitro y del VAR fue no ver cómo Luis Suárez se ayudó con la mano para acomodarse el balón dentro del área. O entender que eran involuntarias. La infracción no pasó desapercibida para José Luis Gayà. El capitán del Valencia, que estaba de cara a la jugada, vio las manos perfectamente desde la línea de gol e inmediatamente se las reclamó al árbitro. De nada sirvieron las protestas del resto de jugadores porque el gol acabó subiendo al marcador.

Tampoco gustó en el vestuario del Valencia el criterio del árbitro a la hora de mostrar tarjetas amarillas. Hubo que esperar hasta el minuto 72 para que el árbitro amonestara al primer jugador del partido y, como no podía ser de otra forma, la primera amarilla fue para el Valencia. Hugo Guillamón vio la cartulina de forma justa, cumple ciclo de tarjetas y se perderá el próximo partido de LaLiga contra la Real Sociedad, su ciudad natal. «En el minuto 72 el jugador (6) Guillamón Sanmartin, Hugo fue amonestado por el siguiente motivo: Derribar a un contrario de forma temeraria en la disputa del balón», reflejó el acta arbitral. El árbitro tan solo castigó al Atlético de Madrid con dos amarillas y la primera fue a Vrsaljko por protestar en el minuto 89. El croata pudo ser expulsado perfectamente por un balonazo voluntario a Gonçalo Guedes.