El Ayuntamiento y el club salieron de la reunión de ayer con la misma percepción: hay buena sintonía entre ellos. Joan Ribó manifestó su satisfacción, mientras que el Valencia desliza la intención de tener listos el plan de obra y el plan de inversión en febrero, retomar la construcción en octubre y acabarla en agosto de 2024.

En el encuentro, que se prolongó durante cerca de hora y media, Anil Murthy no presentó excesivas novedades con respecto a las reuniones que mantuvo con las consellerías de Territorio y Economía. Sin embargo, la relación con el ente municipal es mucho más fluida y el club considera que es un socio clave para convencer a la Generalitat en las decisiones sobre la ATE.

Joan Ribó se mostró muy satisfecho con el proyecto que le enseñó el club: un estadio con una capacidad similar a la del actual Mestalla pero ampliable hasta los 63.000 espectadores. El alcalde restó importancia al descenso con respecto a los 70.000 del plan original. Además, señaló como «interesantes» la propuesta de que el segundo anillo contenga restaurantes y esté abierto permanentemente y el aspecto sostenible de incluir una cubierta con placas fotovoltaicas.

Sobre la deuda, Ribó destacó que el Valencia transmitió tranquilidad: «Nos han dado garantías económicas y esperamos que sea así. Trabajaremos para que, si se tiene que hacer algo con este calendario, sea adelantarlo, no atrasarlo». Aunque se abrió a trabajar en sintonía, será exigente: «Nos van a oír», advirtió ante un hipotético incumplimiento de los plazos.

El alcalde también trazó la hoja de ruta: «El primer paso que tiene que hacer el Valencia es traer la documentación a quien corresponde para la ATE, el segundo es comenzar el polideportivo de Benicalap y a la vez modificar las licencias dadas de forma provisional». Sin embargo, no se pronunció sobre las acusaciones de Miguel Zorío, quien aseguran desde Marea Valencianista que ningún arquitecto ni constructora ve viable acabar el estadio con los 80 millones de CVC y que la licencia de obra está caducada.

Por su parte, Anil Murthy compartió el punto de vista de Ribó y señaló que el encuentro fue muy positivo. «Todos queremos acabar este proyecto que es muy importante para la ciudad, que va a dar mucha ilusión y dinero a la ciudad. Las obras empezarán lo antes posible, eso hemos acordado con el alcalde», manifestó. El presidente del Valencia avanzó que seguirán sucediéndose las reuniones y defendió el proyecto. «Nadie habla de estadio ‘low cost’, será un estadio diferente y atractivo», dijo en relación a la advertencia que lanzó Sandra Gómez el lunes.

La vicealcaldesa se volvió a pronunciar en el día de ayer y reiteró su preocupación. A diferencia de Ribó, a la socialista no le convence que la capacidad sea ampliable: «Si el Valencia quiere mantener la recalificación urbanística de la ATE, que va a generar muchos beneficios al club, pedimos que invierta parte de esos beneficios en mejorar el proyecto del estadio». Este punto de vista va en la línea de la Generalitat, que mantiene la prudencia. Y es que Murthy y Ribó evidenciaron su buena relación, pero quedó patente que aún hay aspectos muy importantes por resolver.