Con la remontada in extremis que sufrió el Valencia CF en el Wanda Metropolitano volvió a salir a la palestra el concepto «oficio». El combinado valencianista no fue capaz de soportar el empuje ofensivo atlético después de la lesión de Omar Alderete y acabó el encuentro con una columna vertebral compuesta por jugadores poco experimentados e incluso fuera de su posición natural. Los blanquinegros tienen, de hecho, la plantilla más joven de LaLiga con una media de edad de 23.06.

La realidad es que la falta de experiencia en el plantel está lastrando a un equipo que tiene dificultades para moverse en algunas situaciones como la del sábado, en la que un solo percance (la lesión de Alderete) obligó a recomponer el equipo con jugadores demasiado jóvenes en roles muy exigentes. Koba Lein (20 años) tuvo que actuar como pivote posicional y encargarse de mantener el equilibrio del equipo cuando ni tan siquiera la de ‘6’ es su demarcación habitual ni para la que se ha formado.

El caso de la defensa fue también muy significativo, teniendo que acabar con Hugo Guillamón (21 años) de central zurdo y Cristhian Mosquera (17 años) en el sector diestro y con Jesús Vázquez (19 años) sustituyendo a un amonestado y desfondado Toni Lato. La media de edad de la línea de cinco defensiva con la que el Valencia acabó el partido fue de 22 años y la de los tres centrales de 21, todo esto en un contexto de presión ambiental y con un rival que refrescó el ataque con jugadores como Ángel Correa o Matheus Cunha y que contaba con otros como Ferreira Carrasco o Luis Suárez. «Si comparas plantillas... Ellos han hecho cambios, ellos han hecho cambios con jugadores que pueden ser perfectamente titulares. Nos ha faltado oficio y no es la primera vez que pasa», explicó el entrenador tras el encuentro antes de pedir los necesarios fichajes para las parcelas en las que el equipo tiene necesidades importantes que se ponen de todavía más de manifiesto contra rivales grandes.

Y lo cierto es que tuvo que finalizar así el choque (con tres jugadores con ficha de filial y una media de edad que no superaba los 24 años) porque Bordalás no contaba en el banquillo con relevos de más bagaje con los que reforzar y equilibrar el centro del campo y mantener la contundencia y el la experiencia en defensa. Ninguno de los jugadores que quedaron por salir (Denis Cheryshev, Hélder Costa, Manu Vallejo y Marcos André), de hecho, podía ocupar ninguna de las posiciones de la columna vertebral, no teniendo el entrenador más alternativa que refrescar el once con futbolistas de corta edad.

Jugadores jóvenes como Yunus Musah, Hugo Guillamón (en planteamiento inicial) o el propio Mosquera ante el Sevilla han respondido bien en un contexto diferente, cuando han jugado en su mejor posición y rodeados de compañeros más experimentados, pero la escasa profundidad de plantilla les ha llevado a cargar con un peso ‘extra’. Quedan siete días de mercado y solamente los fichajes y el tiempo pueden dar más oficio a una plantilla con futbolistas de futuro, pero a la que le faltan tablas para competir con los de arriba.

Otros proyectos

El gráfico de media de edad de las plantillas deja en evidencia que otros equipos que están lanzando y promocionando juventud como el Villarreal, Betis o Athletic lo están haciendo acompañando a sus jóvenes jugadores con otros más veteranos en todas las líneas y descargándolos de responsabilidad. Los Yeremi Pino, Rodri Sánchez o Nico Williams están derribando la puerta de Primera División de la mano de los Parejo, Canales o Muniaín. Incluso la Real Sociedad, principal paradigma de proyecto de cantera en LaLiga, tiene un año más de media de edad que el Valencia.