José Bordalás espera con los brazos abiertos y con los dedos cruzados el fichaje de un segundo mediocentro que compense el desequilibrio del centro del campo del Valencia por edad y por perfiles. El cambio de Ilaix Moriba (19 años) por Daniel Wass (32 años) en el mercado de invierno ha rejuvenecido todavía más un centro del campo que ya era peligrosamente joven y que, ahora más que nunca, necesita experiencia y oficio defensivo. Fichar en las últimas horas de mercado un ‘6’ más curtido más que urgente es obligado. Bordalás lo sabe y es el primero que está haciendo fuerza para que finalmente recale en el Valencia ese futbolista que ahora mismo no tiene la plantilla y que, después de la venta de Wass al Atlético de Madrid, es más necesario si cabe. Se llame Amadou Diawara, Mickaël Malsa o cualquier ‘tapado’. No es un problema de nombres.

La salida de Wass y la llegada de un mediocentro joven como Ilaix ha reducido considerablemente la media de edad de un centro del campo del Valencia ya de por sí joven: Uros Racic (23), Hugo Guillamón (21), Koba Koindredi (20), Yunus Musah (19) e Ilaix Moriba (19). La media de edad de 20,4 años asusta. Incluso contando a Carlos Soler (cumplió 25 en enero) como mediocentro el promedio sigue siendo peligrosamente bajo: 21,1. Bordalás tiene un centro del campo sub-21. Ninguna de sus otras líneas del campo (portería, defensa y ataque) son tan jóvenes. El Valencia necesita un futbolista más contrastado que aporte empaque y experiencia al centro del campo y permita crecer a los jóvenes.

Contraste con el resto de Laliga

Lo que está pasando en el centro del campo del Valencia no pasa en otros clubes. El caso opuesto es el Real Madrid con un tridente hegemónico formado por Casemiro (29), Kroos (32) y Modric (36). Parecido es lo que pasa en el Sevilla con dos pilares básicos del trivote de Lopetegui por encima de los treinta años como Fernando (34) o Rakitic (33). El mismo escenario tiene el Villarreal con Capoue (33), Parejo (32), Iborra (30), Coquelin (30) y Trigueros (30). Incluso en este ‘baby’ Barcelona, Busquets (33) equilibra el centro del campo liderando a los canteranos. Algo similar pasa en la Real Sociedad. David Silva (36) es el contraste perfecto para un centro del campo joven. O como el titularísimo en el Athletic Dani García (31). El Atlético de Madrid, por ejemplo, se hace fuerte por centro con los Koke (30), Kondogbia (28) o De Paul (27). Y es que, acumular jerarquía en el corazón de los equipos es una constante en todos los clubes de LaLiga. También lo hace el Betis con Guardado (35), William Carvalho (29) o Guido (27). Y así hasta el último de LaLiga que curiosamente es el Levante con un futbolista como Malsa (26) que es del agrado de Bordalás.

Bordalás necesita al menos un jugador que compense la juventud de su centro del campo y devuelva al equipo el «oficio» perdido. El propio entrenador lo echaba de menos en la última derrota de LaLiga contra el Atlético de Madrid. «Si comparas plantillas... Ellos han hecho cambios, ellos han hecho cambios con jugadores que pueden ser perfectamente titulares. Nos ha faltado oficio y no es la primera vez que pasa». Justo antes de que comenzara el mercado de invierno, Bordalás ya avisó. O los jóvenes sacaban ese oficio o el equipo lo iba a pasar mal «porque el fútbol no espera a nadie y necesita rendimiento inmediato». Sus palabras de aquel 4 de enero no tiene desperdicio ahora a pocas horas del cierre del mercado».

Hace falta un jugador con jerarquía para reforzar el centro del campo, pero también hace falta la figura del ‘6’. El Valencia es el único equipo de LaLiga que no tiene un mediocentro defensivo específico en su plantilla. Un déficit que arrastra desde el año pasado. Hugo Guillamón es un central reconvertido que puede ser compatible con un ‘6’, mientras que Racic, Yunus y el propio Ilaix se encuentran más cómodos en la posición de volante con llegada. Koba aún no se ha consolidado en ninguna posición. Todos, defensa y ataque, ganarían con un ‘stopper’ atrás. Y Bordalás lo sabe.