El Valencia obtuvo un empate en su visita al Coliseum Alfonso que le sirve de poco en su pelea por entrar en Europa a través de la vía liguera. No obstante, el VAR quiso que la igualada se mantuviese en el electrónico después de que Borja Mayoral marcase un gol con la mano, pero lo que sucedió de manera previa, sonrojó a un equipo que, de haber subido al luminoso, hubiese tirado por tierra todo el trabajo defensivo que tuvo que realizar el cuadro de Bordalás ante el Getafe.

A falta de veinte minutos para la finalización del encuentro, Soler le dio a Paulista un esférico que se lo cedió a Mamardashvili y que, con la intención de despejar el esférico con la intención de trazar una jugada que habilitase peligro en clave valencianista, no solo impactó en Borja Mayoral, sino que acabó en el fondo de las mallas. No en vano, ante las protestas de los futbolistas visitantes, Cuadra Fernández revisó la jugada para rectificar e invalidar la acción que supuso el 1-0.

El ‘25’ azulón, con la finalidad de obstruir la trayectoria del balón, saltó con las manos despegadas del cuerpo, dando en la zona del cuerpo que acarrea invalidez para fortuna de un Valencia al que le costó desdibujar el planteamiento táctico de Quique Sánchez Flores. Pese al respiro que supuso el hecho de que se anulase el gol, el combinado valencianista sumó un punto que le sirve de poco.