La Roma prepara una ofensiva para fichar a Gonçalo Guedes, la estrella del Valencia. El club de Mestalla es consciente de tal interés y, según ha podido saber este periódico, espera en las próximas semanas una llamada de la entidad italiana para tratar de abordar la negociación. Guedes es el primer objetivo de José Mourinho para reforzar su plantilla de cara a la próxima temporada, al punto que se le considera el complemento perfecto para acompañar en ataque al inglés Tammy Abraham. A la decidida intención de la Roma se suma también el momento, propicio para una venta, después de que el delantero portugués haya rehabilitado su cotización de mercado tras su mejor temporada como blanquinegro, además de las necesidades financieras del Valencia, que pueden agravarse si no hay competición europea.

La negociación no es sencilla, pero todos los caminos llevan a Roma y pasan por Jorge Mendes. Los canales de comunicación entre los dos clubes son muy fluidos por la estrecha vinculación de la Roma y el Valencia con el agente portugués. Además, la entidad giallorossa parte con ventaja respecto al resto de posible competencia. El nombre de Guedes se ha asociado periódicamente a equipos de Premier League, con capacidad económica, pero no se ha concretado en ninguna oferta en firme más allá, en la última ventana de invierno, de un primer sondeo del Tottenham. Esta temporada, con 25 años, ha sido la de la eclosión definitiva de Guedes, una explosión algo tardía, retardada en años de irregularidad, pero que se presumía que acabaría por llegar por las condiciones del extremo portugués. Esa confianza fue la que hizo al Valencia cerrar las puertas del mercado, consciente de que el fútbol de Guedes volvería al nivel de la primer media temporada en el Valencia. Con José Bordalás a los mandos y una ubicación sobre el campo sin tantas ataduras defensivas, se ha dado en el clavo. Con 13 goles, 5 asistencias, mucha regularidad y escaso rastro de lesiones, Guedes es el jugador más desequilibrante y su principal baza para intentar llegar a Europa y ganar la Copa del Rey. Los número y el compromiso le han valido para volver a la selección portuguesa, aunque es un escaparate en el que no se ha podido lucir en la repesca mundialista por la gran competencia en la zona de ataque del combinado de Fernando Santos.

La base para empezar a negociar, como se ha apuntado en las últimas semanas, estaría en los 40 millones de euros. Una cifra acorde al valor de mercado actual de Guedes, pero que la Roma podría intentar abaratar con la inclusión de futbolistas. Son públicas las peticiones reiteradas de José Bordalás para que le incorporen un pivote de corte defensivo y posicional, que no ha llegado ni en verano ni en invierno, y la Roma, conocedora de ese déficit, podría ofrecer en esa negociación dos alternativas. El primer nombre es ya conocido, el de Amadou Diawara, que lleva años asociado al interés del Valencia desde que formaba parte del Bolonia (club del que se marchó al Nápoles, para recalar finalmente en la Roma). Con 24 años, el centrocampista guineano se adapta a las necesidades del equipo valencianista, que adolece de un futbolista de ese perfil específico. No ha entrado en los planes de Mourinho, que lo ha hecho participar solo en cuatro partidos de Serie A y tres de Conference League.

El otro nombre es el de otro pivote defensivo en la medular, como Ebrima Darboe. El centrocampista de Gambia, es un futbolista de proyección de futuro, llegado a la Roma en categoría juvenil y que esta temporada ha estado aclimatándose al primer equipo. A pesar de no jugar solo 64 minutos esta temporada en la Serie A, en noviembre contra el Empoli, ha sido 19 veces convocado con el primer equipo. En Europa ha tenido más oportunidades al sumar 165 minutos, repartidos en cuatro partidos, en la Conference League. Es un valor de futuro que ha renovado recientemente su contrato hasta 2026.

De iniciarse y avanzar las conversaciones, se verá si entre las exigencias del Valencia está solo el «cash,» por las necesidades económicas y para ganar oxígeno en las renovaciones de Soler y Gayà o en el fichaje de un sustituto, o si en cambio se accede a contar con recambios deportivos y en una edad de proyección, de escasa amortización y revalorizables a largo plazo en el mercado.