Más que tierra santa, Sevilla empieza a parecer la segunda residencia del valencianismo, que se mueve como pez en el agua cada vez que la historia le da una cita con la capital hispalense. Desde el viernes la afición empezó a teñir la ciudad con su diferencial y particular multicromatismo. Señeras, camisetas blancas, naranjas o rojo torino inundaron las calles. Era solamente la previa de lo que se vivió ayer, cuando la toma de Sevilla fue total. Y es que en todos y cada uno de los lugares más emblemáticos de la capital de Andalucía se respiraba valencianismo hasta el punto de generar la sensación de que el equipo que actuaba como local era del de José Bordalás.

Pero si hay algo impregnado en el ‘ADN’ de la hinchada banquinegra es la pólvora. Y es que la traca fue la auténtica banda sonora del desplazamiento. Desde la Plaza España hasta la Torre del Oro pasando por el barrio de Triana y, sobre todo, a los pies de la Giralda. El valencianismo no se dejó lugar por conquistar ante la mirada de los ciudadanos sevillanos antes de emprender el camino en masa hacia la Fan Zone.

Chimo Bayo anima a los valencianistas en la zona fan de Sevilla

Chimo Bayo anima a los valencianistas en la zona fan de Sevilla ED

Además de prender múltiples tracas en cada lugar, sonaron también los tradicionales cánticos de arenga al equipo y el festivo ‘sha la la la Oh Valencia’ con el que el valencianismo enloqueció entre saltos arengado por gente que incluso llevó un megáfono de casa para coordinar la animación. Entre los momentos más icónicos y sentidos estuvo cuando la afición entonó el himno regional valenciano debajo de la Giralda.

El VCF llega a La Cartuja jaleado por los valencianistas

El VCF llega a La Cartuja jaleado por los valencianistas J.M. López

Encuentros con béticos

En algunas zonas de la ciudad coincidió la presencia de la muchedumbre valencianista con algunos aficionados del Real Betis y en todos los casos reinó la cordura e incluso el buen rollo, haciéndose fotos y compartiendo un refresco.

Ni el barro ni la lluvia los paró

La Fan Zone abrió sus puertas por la mañana, alrededor de las 11:00 horas. Sin embargo, fue a partir de las primeras horas de la tarde cuando el cielo de Sevilla empezó a encapotarse, dando lugar a los primeros chubascos, cada vez más incesantes. El barro empezó a ganar presencia, también en las vestimentas mojadas de los valencianistas, sobre todo en aquellos que no pudieron resguardarse bajo la cubierta de la Fan Zone.

Situada en el Parque del Alamillo, a escasos 200 metos del estadio de La Cartuja, la Fan Zone albergó numerosas actividades para que la fiesta no decayera en ningún momento. Artistas como Grupo Flamenco, Chimo Bayo o Bombai amenizaron una fiesta plagada de actividades.

Los grandes protagonistas fueron ellos, los desplazados a Sevilla, los aficionados repletos de un valencianismo que mueve montañas y que tuvieron que convivir, desde primera hora de la tarde, con un acompañante inesperado que sin duda incomodó su estancia: la lluvia.