Soldado, nueve años después de su salida de Mestalla, y después de haber visitado el feudo valencianista en dos ocasiones con la elástica del Villarreal, regresa al estadio donde vivió sus mejores temporadas en el plano estadístico como futbolista. Con la camiseta del eterno rival y en un curso aciago para sus intereses, pero con la ambición de resarcirse en los últimos cinco partidos que restan de competición y donde su equipo se juega su existencia en la élite del fútbol español.

El ‘16’ levantinista, pese a la comprometida tesitura en la que se encuentra su actual club, afronta este sábado un encuentro especial, ya que en la avenida de Aragón registró números dignos de reconocimiento. Tras mostrar sus credenciales en el Getafe, donde anotó 33 dianas a lo largo de dos campañas entre todas las competiciones, el nacido en la capital del Turia, a sus 25 años, recaló en el Valencia CF e hizo vibrar a su parroquia. Entre LaLiga Santander, Copa del Rey, Europa League y Champions League marcó 82 goles en 141 enfrentamientos y repartió 15 asistencias en tres campañas. Cifras que le permitieron, cinco años después de debutar y participar en dos partidos con Luis Aragonés, regresar a la Selección y, además, jugar la Copa Confederaciones. Para posteriormente salir traspasado al Tottenham a cambio de 30 millones en las que fueron unas negociaciones tensas y que terminaron con Roberto Soldado mandando recados a Amadeo Salvo en su salida hacia Londres.

«El motivo de mi marcha es que no confío en el proyecto. Creo que el presidente en todo este tiempo ha contado muchas mentiras a mí las veces que he hablado con él y creo que también la información que se ha dado a la prensa es culpa suya por lo que ha filtrado. Me ha hecho mucho daño, a mí y a mis agentes, que para mí son como de la familia. Estoy dolido por eso», dijo. Nueve años más tarde, y después de militar las filas de Tottenham, Villarreal, Fenerbahçe y Granada, el ‘16’ pisará Mestalla con el Levante.