Derbi de alta tensión en Mestalla. El Valencia y el Levante empataron a un gol en un partido que estuvo muy condicionado por la polémica expulsión a José Luis Gayà a la media hora. Los de José Bordalás se adelantaron en el marcado con un cabezazo de Hugo Duro, pero los de Alessio Lisci fueron mejores superiores con superioridad numérica y gozaron de las mejores ocasiones. Los granota empataron con un testarazo de Duarte a la salida de un saque de esquina y pudieron llevarse el partido, pero se toparon con el larguero y con un inconmensurable Mamardashvili. Al final, un punto que no sirve de nada para ningún equipo. El Valencia está fuera de Europa y el Levante tiene pie y medio en Segunda.

El Derbi no fue Derbi hasta que se prendió la mecha en el minuto 25 con una entrada fuerte de Guedes al empeine de Miramón que acabó en amarilla por protestar para Guillamón. Ahí empezó el partido. Se conectó el Valencia y se encendió Mestalla. Solo tres minutos después, Gayà se sacó de la manga un centro con rosca perfecto a la cabeza de Hugo Duro para poner en ventaja al Valencia. Asistencia y definición de manual. El equipo de Bordalás pegaba primero. Hasta entonces solo dos disparos lejanos de Guedes y Dani Gómez (paradón de Mamardashvili) habían llevado peligro. El problema es que el Valencia no tuvo tiempo de paladear el gol. Solo dos minutos después del testarazo de Hugo Duro llegó la jugada polémica del Derbi. Otra vez con Gayà de por medio como ya es tradición. El capitán cortó una internada de Miramón en una acción defensiva sin aparente agresión que el árbitro de campo consideró que era amarilla y el VAR vio de color rojo para indignación de un valencianismo que protestó a grito de "¡Corrupción en la Federación!". Figueroa Vázquez dejaba al Valencia con diez en el campo y perdía el control del partido. El árbitro puso tan bajo el listón que el Valencia pidió también roja para Radoja por una dura entrada a Guillamón y otra de Son a Thierry. El Derbi, más que caliente, quemaba. El Levante, casi por obligación, dio un paso adelante con superioridad numérica y disfrutó de dos jugadas claras para empatar. La primera con un disparo al lateral de la red de Campaña después de una contra vertiginosa de Morales. La segunda, todavía más clara, fue un mano a mano de Dani Gómez al filo del descanso gracias a un error de Diakhaby que Mamardashvili detuvo otra vez de forma milagrosa.

Bordalás reorganizó el equipo al descanso con la entrada de Jesús Vázquez por Guillamón con un 5-3-1. Lisci también movió ficha con la entrada de Bardhi por Radoja. La segunda parte empezó como acabó la primera. Con parada de Mamardashvili a Dani Gómez. El portero georgiano, el mejor del Derbi, le comió la moral al granota. Igual que Figueroa a Mestalla. El estadio no entendía cómo el árbitro perdonaba una amarilla (la segunda) a Son por fingir un penalti de Paulista. El susto fue tan grande que Lisci lo sentó inmediatamente. El Levante, con superioridad y posesión, se lanzó a por el empate y lo tuvo muy cerca en un eslalon de Morales esta vez perfectamente tapado por Diakhaby que murió en los guantes de Giorgi. También con un doble remate de Melero y Soldado. El Valencia, ya de por sí pobre en ataque con once, no pasaba del centro del campo con diez. Se resignó a aguantar y a aprovechar la única que tuviera. Y casi lo hizo con una cabalgada de Jesús. Pero las ocasiones siguieron cayendo de lado levantinista. La más clara con un derechazo de Bardhi que dejó temblando el larguero. Fue la antesala del gol. El Levante empató a la salida de un saque de esquina. Duarte le ganó el salto a Paulista y superó por primera vez a Mamardashvili. El Levante acabó el partido en campo del Valencia, pero sin grandes ocasiones. Solo un disparo desde la frontal de Morales que acabó en las manos de Giorgi. Como casi siempre. El georgiano fue el mejor del Derbi. Lo peor, el árbitro y las consecuencias para los dos equipos. Uno está fuera de Europa y el otro tiene la salvación más que difícil.