El partido de este sábado contra el Celta de Vigo en Mestalla fue declarado de alto riesgo por Delegación de Gobierno. Y eso a pesar de que ninguno de los dos equipos se juega nada y no se espera una llegada masiva de aficionados desde tierras gallegas. La delegada de la Comunidad Valenciana, Gloria Calero, emitió un comunicado en la mañana de ayer para explicar cómo iba a ser la cita y el por qué de la decisión adoptada, amparada en «garantizar los derechos de los valencianistas que quieren entrar al partido», explicaba.

Y es que los planes de la manifestación convocada por las diferentes plataformas de oposición a la gestión de Peter Lim es la de no entrar al estadio y concentrarse antes, durante y después de la contienda tratando de generar un gran impacto visual con el partido en disputa y la gente jugando el ‘otro’ partido en la calle. Desde Libertad VCF, por ejemplo, ya anunciaron que llevarían material para dar colorido a la protesta como banderas, carteles, silbatos... Otras asociaciones con un gran poder de convocatoria como la Agrupació de Penyes Valencianistes (APV) también ha sacado músculo con varios vídeos con peñas que se sumarán a una protesta que pretende ser histórica después de que el pasado mes de diciembre se reuniese a más de 17.000 personas en una marcha cívica por las calles de Valencia.

Sobre la protesta, de hecho, el comunicado de Calero señala que sabe que la afición valencianista: «Es pacífica, serena y con sentido común. Seguro que el sábado podrán convivir todos los derechos y libertades»

Consecuencias

La decisión adoptada por la Delegación de Gobierno de declarar de alto riesgo el partido tendrá efectos sobre el desarrollo de la jornada en cuanto que habrá un perímetro policial que llevará a los aficionados a la acera y también se incrementará de forma notable el número de agentes de policía en las inmediaciones de Mestalla. Cabe recordar que la manifestación, solicitada en tiempo y forma por Libertad VCF, está autorizada por las instituciones.