Mestalla no aguanta más fracasos

Pañolada, pitos y mucho miedo. La afición pide la salida Lim y señala también a Gattuso y los jugadores. La temporada se hace larga y peligrosa

Partido de copa del Rey cuartos de final entre el Valencia Cf y el Athletic de Bilbao

Partido de copa del Rey cuartos de final entre el Valencia Cf y el Athletic de Bilbao / FRANCISCO CALABUIG

Andrés García

Mestalla no aguanta más. A tres puntos del descenso a segunda division, sin fichajes, sin Supercopa de España y, desde este jueves, también sin Copa del ReyLa temporada empieza a hacerse larga y todavía estamos en el mes de enero. El proyecto ha fracasado y el único objetivo ahora es sumar los cuarenta puntos en LaLiga para asegurarse la categoría y no meterse en un problema históricamente imperdonable. Peter Lim está llevando al equipo a la ruina deportiva y económica.

Y lo malo es que lo peor quizá esté por llegar. El escenario es cada día que pasa más peligroso. El equipo tiene ahora tres salidas consecutivas contra el Valladolid, el Real Madrid y el Girona que asustan. Mestalla respira indignación y al mismo tiempo miedo.

Miedo a un futuro todavía peor. El público explotó, sacó los pañuelos al viento y cargó más dolido que nunca contra el equipo, pero sobre todo contra Meriton a grito de «¡Peter, vete ya!, ¡Peter, vete ya!». La fiesta de la Avenida de Suecia acabó convertida en una manifestación contra la propiedad. Alrededor de mil aficionados se concentraron en la puerta cero para cargar contra Meriton, exigir la salida del máximo accionista y pedir responsabilidades a Gennaro Gattuso y los jugadores. 

El fracaso retrata a la propiedad porque ha permitido que se debilite el potencial de la plantilla año tras año y porque no ha sabido dotar de herramientas a un equipo que pedía a gritos refuerzos el mismo día que se abría el mercado de invierno. Ahora hay que fichar con él único consuelo de salvar la temporada. Peter Lim es el culpable por su gestión autodestructiva. Pero, Gattuso también es responsable. Este viernes quedó señalado. El italiano no ha conseguido dar con la tecla y sacar el mejor rendimiento de sus jugadores.

Ayer se perdió y no encontró soluciones. Cambió el sistema y tomó decisiones difíciles de comprender como la titularidad de Ilaix Moriba o el cambio de Edinson Cavani con el marcador en contra. Tampoco los jugadores estuvieron a la altura. La camiseta pesa. El balón quema. Hay mucho miedo. La situación les supera. «¿Dónde está el equipo?, ¿Dónde están los fichajes?», cantaba el fondo de animación. 

El Valencia CF - Athletic Club, en imágenes

El Valencia CF - Athletic Club, en imágenes / Francisco Calabuig

Nada salió bien. El partido contra el Athletic destapó todas las carencias deportivas del equipo. Los de Ernesto Valverde fueron superiores a todos los niveles. Física, mental y, por supuesto, futbolísticamente. El Valencia defiende mal y ataca peor. Cada vez tiene las ideas menos claras. Mestalla se cabreó y con razón con el empeño del equipo de querer salir siempre con el balón jugado desde atrás cuando una vez sí y otra también se cometían errores que comprometían a Mamardashvili.

Gattuso cambió al descanso y tal era la psicosis que se aplaudieron los saques en largo del georgiano. Así de perdido estaba el equipo sin jerarquía, sin personalidad y sin capacidad para remontar una eliminatoria y una temporada que se ha torcido definitivamente y ya no tiene arreglo. El equipo ha tocado fondo. El único consuelo es salvarla con orgullo. Lo que ayer no hubo.

Lo mejor, como siempre, fue Mestalla. El valencianismo se concentró dos horas antes del partido en la Avenida de Suecia para recibir al autobús del equipo a grito de «¡Mestalla quiere la Copa!» y «¡Sí, se puede!». El espectáculo siguió dentro del campo con un lleno hasta la bandera y un ambiente de gala que puso a más de uno los pelos de punto cuanto el estadio entonó al unísono el himno regional. La gente no se merecía una noche así. Aún así nunca dejaron de lado al equipo.

Muchos optaron por irse a casa antes de hora. El resto pitó al final. Y muchos protestaron desde la calle defendiendo la dignidad del Valencia. Son la verdadera voz del club. Mestalla nunca falla. El Valencia de Lim por desgracia cada año más. Miedo es poco. Mestalla pide auxilio a gritos.