Tendillo: "Las piernas nos temblaban en el 86"

El exdefensa y actual embajador pide «unión», aconseja «tranquilidad» a la plantilla y recuerda: «Nadie tiene una varita mágica para salir de abajo»

Tendillo, en la rueda de prensa de Solís, Hoon y Corona. | EFE/BIEL ALIÑO

Tendillo, en la rueda de prensa de Solís, Hoon y Corona. | EFE/BIEL ALIÑO / Andrés García. València

Andrés García

El exjugador del Valencia y actual embajador del club Miguel Tendillo es una voz autorizada para hablar situaciones deportivas difíciles como las que está viviendo el actual Valencia. El de Moncada sabe de lo que habla. El central salvó al equipo del descenso a segunda división en 1983 con un gol suyo en la última jornada y no pudo evitar la pérdida de categoría en 1986. Tendillo avisa: «Hay que estar encima de los jugadores y que se sientan respaldados» porque él lo ha vivido en primera persona y a aquel equipo (Arias, Subirats, Robert o Fernando entre otros) «nos temblaban las piernas y el campo parecía que lo había puesto inclinado cuesta arriba».

«Me gustaría hacer fuerza al equipo jugando, pero como no puedo hago fuerza desde fuera. Yo pasé por situaciones malas, como la del 83 y 86, y la gente no se imagina cómo es esa presión en Mestalla, hay que animar a los jugadores porque van a fallar, es importante que se sientan arropados en casa. Hay que estar encima de ellos y que se sientan respaldados», advertía en declaraciones al club.

Tendillo recuerda lo mal que lo pasaron en la década de los ochenta y la necesidad de estar con los jugadores. «Ahora viene Valverde y seguro que salen a aguantar los 20 primeros minutos, los rivales huelen la sangre, por eso hay que estar con nuestros jugadores. La mejor medicina es ganar, hablar ayuda, pero no sirve de nada si no ganas. Los ánimos también ayudan. Sirve ganar y apoyar al equipo. Los jugadores van a ponerlo todo, pero la carga que llevan es importante, a nosotros, a mí, a Ricardo, a todos, las piernas nos temblaban y el campo parecía que lo habían inclinado y se ponía cuesta arriba. ¿Cómo es posible que nos lleguen y las piernas nos respondan?, nos preguntábamos. Es todo por la presión que tienes encima», explicaba.

Miguel, como dijo el capitán José Luis Gayà, después de la derrota en apuesta por no dividirse en el vestuario y en la grada». «Como dice Gayà si el equipo está fuerte hay que pensar que es una situación complicada, pero se puede salir, porque quedan muchos partidos. Tengo fe que sacaremos resultados en casa y también fuera de casa. Tenemos muchos factores en contra y lo que más ayuda es apoyar al equipo. No queda otra. Me acuerdo que yo, Ricardo (Arias), Rober, yo... íbamos a hablar con Di Stéfano para ver cómo poder solucionar el tema. El jugador va a poner todo el empeño en conseguir la victoria y poder quitarse la mochila de peso que arrastra. El jugador lo que quiere es ganar y volver a sonreír. Los jugadores se llevan la alegría y la tristeza a casa. Y la comparten con la familia, que mis padres eso lo han vivido», se sinceraba.

El embajador intenta tranquilizar a los jugadores siempre que habla con ellos. Lo hizo recientemente con Cavani, Paulista y Lino en el hotel de Madrid. «Si tu encadenas dos victorias te cambia la vida. Hay diez equipos metidos en muy pocos puntos. Es una situación muy complicada, hay que trabajar y ser realista. No hay nadie que tenga una varita mágica. Nosotros nos salvamos en el últimos partido en el 83 con un gol mío. Yo les dije a Cavani, Paulista y Lino que estén tranquilos, que quedan muchos partidos y que hay tiempo, nosotros nos salvamos en las última jornada».