Indignación por el doble rasero del VAR

La temporada del Valencia está siendo un absoluto drama. El conjunto de Mestalla se está viendo más inmerso que nunca en la lucha por eludir el descenso a Segunda División por méritos propios: una mala planificación de plantilla por parte de la secretaría técnica patrocinada por la inoperancia de Meriton Holdings y el capital pecado de no reforzar el plantel en el mercado de invierno. A partir de ahí, factores externos como el VAR tampoco están ayudando, de hecho todo lo contrario. El conjunto blanquinegro está siendo el más perjudicado del campeonato por las erráticas decisiones desde la Sala VOR y, por si fuera poco, le está tocando sufrir un ‘doble rasero’ que genera una sensación de indefensión total. La decisión de anular el gol de Hugo Duro cuando hace unas semanas se concedió el de Cyle Larin en el José Zorrilla no ha hecho más que aumentar la indignación entre el valenciansimo, que ve como ya es habitual que el cuerpo arbitral juzgue de manera diferente situaciones claramente análogas en los encuentros del Valencia CF.

En primer lugar ‘rearbitrando’ jugadas para anular goles. En la ida se anuló el tanto de Yunus por un leve contacto de Diakhaby con Joao Félix previamente y en la vuelta el de Duro por una falta de Foulquier sobre Depay, que a pesar de la falta de intencionalidad le pisa de manera clara. La de Gonzalo Plata sobre Justin Kluivert en Valladolid, no obstante, es también muy clara y con la clara intencionalidad por parte del pucelano, sin embargo en este caso no se rebobinó para invalidar la acción y el gol de Cyle Larin acabó por significar la derrota valencianista en un choque plagado de errores arbitrales y todos ellos en perjudicando en una sola dirección.

En acciones de pena máxima también ha habido jugadas surrealistas y poco compatibles con el protocolo VAR. Al Valencia le han pitado a instancias del videoarbitraje penaltis que no eran, no han avisado al colegiado en acciones claras e incluso le han quitado otros en los que el contacto era evidente.

En primer lugar el VAR pasó por alto: el que le hacen a Samu Lino contra el Celta, el que comete Álex Sola sobre Thierry Rendall en el Reale Arena, el de Frank Kessié sobre Fran Pérez, el de Lucas Torró sobre Lino ante Osasuna o los dos de Valladolid (Lucas Rosa hizo una entrada sobre Lino sin tocar balón y Joaquín Fernández le puso el brazo en la cara a Toni Lato de manera obvia e impidiéndole cualquier opción de remate).

Con todo este historial a cuestas, que entrase en jugadas tan milimétricas como el inexistente penalti de Nico González sobre Amath Ndiaye contra el Mallorca señala una peligrosa doble vara de medir en acciones dentro del área. También que entrase para anular el penalti sobre Hugo Duro contra la Real cuando sí hubo derribo o que pitase el de Gabriel Paulista cuando el balón le da en la mano de rebote y la semana siguiente cambiase el criterio en el Real Betis - Elche CF en el que no se entró para señalar el mismo por parte de Luiz Felipe.

LaLiga empezó para el Valencia con una dura entrada de Eray Cömert contra el Girona en la que el colegiado rebobinó para expulsarle, pero después los colegiados han pasado casi sistemáticamente de revisar posibles expulsiones pasadas por alto en primera instancia. Por ejemplo en la dura entrada de Álvaro Aguado (Real Valladolid) sobre Samu Castillejo, en la de Fran Beltrán (Celta de Vigo) sobre Hugo Guillamón o la de Marcos Alonso (Barça) sobre Marcos André en una jugada en la que además el culé era el último defensa y evitaba que el brasileño encarase el área completamente solo.

Hasta ocho puntos le han quitado las erráticas decisiones del VAR al Valencia (más que a ningún otro equipo) y a pesar de que en los últimos encuentros la tendencia del doble rasero se haya mantenido, el club no se ha puesto firme públicamente para denunciarlo.

INCOGRUENCIAS CON EL VAR. El videoarbitraje ha revisado jugadas que han perjudicado al Valencia y otras veces las ha ignorado. 2 Fran Pérez, derribado claramente por Kessie. 3 Dura entrada sobre Marcos André por parte de Marcos Alonso que no supuso la expulsión.