El Valencia CF se defiende y pide los vídeos en los que se basa Comité de Competición para sancionar

El Valencia CF lo tiene claro y quiere llegar hasta el final tras la sanción recibida por parte de Comité de Competición. Desde la entidad se considera que más allá incluso de la persecución evidente hay una realidad y es que tanto el acta del partido como los posteriores actos demuestran que no es justa la actitud por parte de Comité. En primer lugar porque el acta del partido cita que "en el minuto 73 un espectador desde la grada sur Mario Alberto Kempes...". Es decir, en la propia nota realizada por De Burgos Bengoetxea se habla de una persona que ha cometido estos insultos y no toda la grada. En ese sentido, la mentira más sangrante es la que recoge el punto seis del informe, en la que señalan que tras las expulsión "se produce un cántico generalizado por toda la grada de ‘Mono, mono’ que transiciona a ‘Tonto, tonto’".

Queda de manifiesto además que en base a la ley, y como se puede demostrar en varios documentos, la clausura parcial del estadio, mucho más sin que el Valencia tenga las pruebas por las que se le acusa, es totalmente arbitraria e injusta. En ese sentido, lo único que pediría la entidad es que se le presenten los vídeos o que pueda acceder a las evidencias por las cuales el Comité de Competición ha actuado en contra del Valencia CF. Es más, la posibilidad de que el club tenga que cumplir con este castigo en el próximo duelo contra el Espanyol en Mestalla demostraría una nueva injusticia ya que se estaría aplicando con anterioridad a que expire el plazo concedido legalmente al Valencia CF para recurrir la sanción.

Desde la entidad además se entiende, como así mostró en un comunicado inicial tras conocerse la sanción, que se han mostrado contundentes contra las actitudes vergonzosas durante el encuentro, identificando a los racistas que soltaron insultos a Vinicius y expulsándoles de por vida en una sanción justa y tomada con inmediatez. "El Valencia CF está colaborando desde el primer minuto con la Policía y todas las autoridades pertinentes en esclarecer los hechos acontecidos el pasado domingo. Además, ha aplicado la máxima sanción posible con la expulsión de por vida de nuestro estadio a los aficionados que la Policía ha identificado por sus comportamientos racistas", señalaba el comunicado. De esta manera, el castigo afectaría al conjunto de Mestalla en un partido crucial contra el Espanyol y que, salvo triunfo contra el Mallorca, sería importantísimo para la entidad de cara a la salvación. Y no solo en lo deportivo, también en lo económico, ya que se antoja incalculable cómo podría afectar en millones de euros en publicidad a una entidad como el Valencia CF el dañar su imagen.

En definitiva, el Valencia CF, como ha demostrado desde que sucedieron estos lamentables actos en el encuentro contra el Madrid, ha tratado de colaborar con la justicia y es precisamente por ese motivo por lo que entiende que la sanción es desproporcionada, carece de cualquier tipo de lógica y espera que se le pongan sobre la mesa las muestras en las que, como rezaba el punto 6, se produce un cántico generalizado de 'mono, mono' dentro del estadio. Con eso, el club y sus aficionados sufrirían una campaña de desprestigio teniendo en cuenta además que la propia liga señaló que "no fue coordinada por un grupo numeroso de aficionados". Una vez más como ya sucedió con Diakhaby y la sanción a Gayà, el club considera que ha sido víctima y no ha recibido un trato justo como sí han podido tener otros clubes con más poder.