La temporada de los ‘niños’ llega a su último capítulo

La pelea por la permanencia llega con jugadores como Javi Guerra y Diego López como grandes protagonistas

Javi Guerra celebra el golazo al Valladolid.

Javi Guerra celebra el golazo al Valladolid. / F. CALABUIG

Pablo Leiva

A comienzos de temporada prácticamente nadie podía imaginar lo que iba a suceder casi un año después. El Valencia CF pretendía pasar página a pesar de haber vendido a Soler, Guedes y debilitar el equipo un curso más. Más allá de eso, Gattuso empezó con buen pie gracias a un equipo competitivo y que encontraba victorias en Mestalla aunque sin demasiada regularidad. Meses después todo eso ha quedado en el olvido y la realidad es otra. El Valencia actual ya no vive de los Lino o Castillejo como a principio de curso. Ni tan siquiera Cömert u Özkacar aparecen en el centro de la defensa porque Diakhaby y un recuperado Paulista aparecen en primer plano. Pero lo más sorprendente ha sido la aparición de jugadores como Alberto Marí y en especial Javi Guerra y Diego López.

El conjunto valencianista saldrá en la jornada de hoy presumiblemente con estos dos últimos de titulares y el final de temporada es prácticamente ‘suyo’. La dupla que han formado el mediocentro y el atacante es la que le ha dado más de media salvación a un equipo que llegaba casi muerto a este final de curso y en el que Baraja ha encontrado a dos futbolistas inesperados como héroes. Y qué futuro tienen.

Contra el Valladolid aquel error de Diakhaby dejaba una jornada marcada por el descenso agarrando del cuello al cuadro de Baraja, pero todo cambió con la entrada de Javi Guerra. Primero un error brutal de Masip dejó el empate en el marcador y después apareció el centrocampista para conquistar el corazón de Mestalla. Recibió el balón, condujo de derecha a izquierda y con su zurda la mandó a la red para dejar claro que Paterna está preparada siempre que se le necesita. Un golazo, tres puntos y a seguir trabajando para salvarse.

En las siguientes semanas llegó el tanto de Alberto Marí al Celta de Vigo en Balaídos. Un cabezazo que suponía oxígeno para los de Baraja y que curiosamente también vieron cómo Diego López daba la asistencia del primero de la tarde. El asturiano, eso sí, aún tendría dos momentos grandes a celebrar. El primero tras un triunfo con gol suyo ante el Real Madrid y el siguiente con empate ante el Espanyol también con tanto suyo.