Rubén Baraja: "Mi cometido es solo hablar de lo deportivo"
La última rueda de prensa del año, que no tuvo el tradicional brindis, duró menos de diez minutos y el entrenador despejó todas las cuestiones relativas a su futuro o las actuaciones de la directiva

Rubén Baraja en rueda de prensa.
Pau Pardo
La rueda de prensa de fin de año de Rubén Baraja tuvo poca historia. La afluencia de periodistas fue más bien corta, las respuestas fueron más cortas que las preguntas y el tradicional brindis con el entrenador se convirtió en un «Feliz Navidad» del técnico abandonando el Media Center de la Ciudad Deportiva de Paterna. Lo que precedía a la comparecencia del entrenador fue una Junta General de Accionistas que estuvo cargada de polémica y que trajo consigo la oportunidad de poner voz a los pensamientos de la directiva después de mucho tiempo. La defensa de Layhoon Chan y Javier Solís a la figura de su entrenador fue plana, carente de fuerza y con muy poco respaldo en con los hechos. El agradecimiento del entrenador, en la misma línea, sin mucho adorno. La voluntad del Pipo, eso sí, fue más que clara: no quería hablar de nada que no fuese el Deportivo Alavés, dando carpetazo por la vía rápida a cualquier pregunta del ámbito societario o sobre la gestión de la directiva. Y sobre fútbol tampoco irradiaba excesivas ganas de ponerse a departir. En tan solo siete minutos la rueda de prensa ya había llegado a su fin.
«No es mi cometido opinar de cosas de las que no tengo información, ni leo, ni las miro ni nada porque simplemente me dedico a tratar de llegar lo mejor posible a este partido y con la conciencia donde tiene que estar», era la respuesta del Pipo después de que hace unos días Javier Solís no desmintiera que desde el club han llamado a otros entrenadores y que afirmase que desde la dirección deportiva han de estar atentos al mercado de entrenadores como lo pueden estar al de centrales o laterales derechos, lo nunca visto por una directiva a la hora de reforzar la imagen y la confianza de su entrenador de cara al público y los jugadores.
Y es que después de perder contra el Real Valladolid se puso en marcha la maquinaria para destituirle y cambiar de entrenador, un plan que se dio de bruces contra la voluntad de Peter Lim. Desde el club incluso llamaron a Quique Sánchez Flores para tantear su disponibilidad y en las condiciones en las querría coger al equipo en esta situación límite. Baraja siguió a pesar de que había trascendido ya hasta el nombre de candidato a sustituirle y llegó el empate en Cornellà y la posterior Junta. «Le damos nuestra confianza y le damos todo el apoyo. En este momento, Peter Lim no me ha hablado de que tengamos que despedirle. Todo depende del desempeño del equipo, de cómo reaccionamos, de cuál es el resultado», fueron las palabras de la presidenta con unas muestras de apoyo, en las que quedaba todo abierto.
La respuesta a esta especie de ratificación pública no fue demasiado elaborada por parte de Baraja, que no mencionó a la presidenta: «Siempre está bien que el entrenador sienta que el club le respeta y más en una situación tan difícil como la de ahora», señaló, al tiempo que expuso que no pensaba que su opinión tuviera «mucho sentido» en relación a los hechos acontecidos en la Junta General que se canceló después de los cánticos de los alrededor de 200 accionistas minoritarios contra la directiva.
Apela a Mestalla
Lo que sí permaneció inmutanle respecto a ruedas de prensa anteriores fue la apelación a Mestalla como factor clave en la lucha por el objetivo: «La temporada está siendo en cuanto a resultados negativa y hay que asumirlo. Cumplir el objetivo pasa por Mestalla. Esperamos darle cosas a Mestalla para que nos empuje y ser nosotros los que demostremos esa actitud y ganas de ganar el partido», exponía el preparador valencianista, que ve el envite contra el Alavés, equipo «intenso y que defiende bien», como un encuentro de suma relevancia: «Estamos en una distancia que si ganamos nos acercamos. Los tres puntos tienen mucho valor, ante un rival directo y en casa. Hay que afrontarlo con esa mentalidad. Acabar un año no muy bueno, de la mejor forma posible», dijo.