Sadiq disfruta en la grada de Mestalla como valencianista

El primer fichaje del mercado de invierno ya es una realidad. Umar Sadiq llegó el jueves a València para pasar el reconocimiento médico y, una vez superado, jugará con el conjunto blanquinegro hasta final de temporada como cedido por la Real Sociedad, guardándose una opción de compra de alrededor de 10 millones de euros, el valor de su amortización pendiente con los txuri urdin.

El delantero estuvo en la jornada de ayer en un hotel de la capital del Turia junto con sus agentes y a mediodía se trasladó a un centro médico para realizar las pertinentes pruebas médicas. A la salida, confirmó que está «contento» y verbalizó su primer «Amunt Valencia» antes de firmar oficialmente como jugador blanquinegro. Además, Sadiq no perdió detalle del partido de sus compañeros contra el Real Madrid.

El nigeriano fue en su día el fichaje más caro de la Real Sociedad (lo sigue siendo igualado con Óskarsson) que pagó 20 millones al Almería después de dos temporadas a un gran nivel. Pero en su primera campaña en Anoeta, el punta se rompió el ligamento cruzado de la rodilla y, desde entonces, no se ha vuelto a ver al ariete letal en los últimos metros.

Es por eso que el Valencia se quería asegurar con un exhaustivo reconocimiento médico con el que confirmar que el delantero está en condiciones óptimas. Uno de los puntos que juega a favor del jugador es la presión que ha hecho el futbolista por vestir la camiseta del conjunto de Mestalla. A pesar de tener ofertas de otros equipos, algunas del extranjero y otras de España en mejor situación, el nigeriano quería jugar y considera que aquí puede hacerlo. Además la presión de vestir la camiseta del Valencia CF, más aún en este mal escenario, le supone un plus de ambición para lograr el objetivo de la salvación.

En cualquier caso, una vez tuvo el visto bueno de la revisión médica y con todos los documentos ya redactados y todo listo, el futbolista pudo comprobar el rugir de Mestalla desde la grada y ya sintiéndolo como equipo propio a la espera de oficialidad.