El Pizjuán como termómetro de la reacción valencianista

El ‘efecto Corberán’ se mide en Sevilla tras las señales de vida contra Madrid y Eldense

El equipo necesita ver luz al final del túnel antes de la segunda vuelta

El Valencia visita el Sánchez Pizjuán hoy con la obligación de ganar.

El Valencia visita el Sánchez Pizjuán hoy con la obligación de ganar. / ED

Andrés García

Igual que en el Nou Mestalla. El Valencia se pone manos a la obra para salvar la categoría de la mano de Carlos Corberán. El efecto del cambio de entrenador no puede esperar más. El equipo dio señales de vida durante la primera hora de juego contra el Real Madrid y en la victoria de Copa contra el Eldense; sin embargo, será el Sevilla de García Pimienta este sábado quien mida la verdadera reacción del conjunto valencianista.

El Sánchez Pizjuán es el termómetro para saber si el Valencia sigue enfermo y condenado a una segunda vuelta de infarto o, si por el contrario, se levanta y encuentra el ansiado punto de inflexión en la temporada. Esta noche más que nunca, el Valencia necesita cerrar la primera vuelta viendo luz al final del túnel. El equipo ya no puede dar más pasos hacia atrás. Ganar es seguir creyendo. Perder es acercarse un poquito más al abismo del descenso a segunda división. 

Corberán ha extraído conclusiones positivas de sus dos primeros partidos como entrenador del Valencia. El de Cheste ve brotes verdes en el equipo. Pero de nada servirán si esta noche no se demuestran en el campo. El equipo no puede permitirse otra derrota. Hoy salta al campo con la obligación de poner fin a la crisis de fútbol y resultados que le acompañado durante toda la temporada.

La situación en la tabla no puede ser más crítica. El equipo llega a la última jornada de la primera vuelta penúltima en la clasificación, empatado, empatado a doce puntos con el colista Valladolid y con la urgencia de sumar de tres en tres para salir de los puestos de abajo. Ahora mismo la salvación está a cuatro puntos: los que marca el Getafe de José Bordalás. Un pinchazo en el Pizjuán acompañado de resultados positivos de los rivales directos provocaría una peligrosa brecha a mitad del campeonato. 

Se gane o se pierda en el Pizjuán, el Valencia cerrará la peor primera vuelta de toda su historia desde las ligas de tres puntos. El equipo de Corberán está obligado a hacer una segunda vuelta con números europeos y no hay mejor forma que dar un paso adelante hoy en Nervión. Un estadio que ha dejado de ser prohibitivo. El Valencia, de hecho, se impuso en su última visita el pasado 11 de agosto de 2023 en la primera jornada de la pasada temporada con Rubén Baraja en el banquillo y gol de Javi Guerra en el minuto 88.

El problema es que el Valencia no sabe lo que es ganar esta temporada lejos de Mestalla: seis derrotas y tres empates contra Leganés, Getafe y Espanyol. Tres puntos, nada más. Para encontrar la última victoria visitante hay que remontarse al 0-1 a Osasuna del 15 de abril de 2024. Hace la friolera de casi nueve meses. Así es imposible. El camino es la portería a cero del Pepico Amat. Algo que no pasa en Liga desde el empate sin goles de Butarque el pasado 4 de octubre.

Gayà y Mamardashvili

Corberán podrá contar con Sadiq Umar en el que podría ser su debut en LaLiga y también con Pepelu, baja por sanción contra el Real Madrid. El técnico espera hasta última hora a Giorgi Mamardashvili y José Luis Gayà, mientras que no cuenta con el resto de lesionados: Mouctar Diakhaby, Fran Pérez, Rafa Mir y Thierry Rendall. La idea del cuerpo técnico es mantener el bloque que plantó cara al Madrid con algún cambio que lo mejore. 

Las aguas también bajan revueltas por Nervión tras la Junta convulsa del viernes y la humillación en Copa del sábado con goleada (4-1) ante el Almería de Segunda.El equipo necesita ganar para alejarse de la zona baja. Pimienta cuenta con Rubén Vargas (fichado), Sow (tras lesión) y Gudelj (tras enfermedad) y pierde a los lesionados Nianzou, Ejuke, Iheanacho y Barco.

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