Seis puntos como "reacción proporcional"

Corberán fija el objetivo de ganar a Celta y Leganés en Mestalla para responder a la afrenta de Barcelona y recobrar el pulso en la carrera por la permanencia en Primera

César Tárrega da indicaciones con la palma de la mano a un compañero en Montjuïc. Cinco son los puntos a los que está el equipo de la primera plaza de permanencia

César Tárrega da indicaciones con la palma de la mano a un compañero en Montjuïc. Cinco son los puntos a los que está el equipo de la primera plaza de permanencia / LaLiga

Pascu Calabuig

Anoche, en Vitoria, terminó una jornada de Liga nefasta para los intereses del Valencia CF. El Deportivo Alavés, que empató en su estadio al Celta de Vigo (1-1), ha subido el precio de la salvación a falta de 17 partidos para el final del curso 24/25. Los cinco puntos que separan al equipo de Carlos Corberán con la decimoséptima posición es la distancia más amplia que se recuerda en Mestalla por mantenerse en Primera desde la campaña 1982/83 (dos puntos por victoria).

Después de 21 jornadas, la liga española ya se ha descosido. Se ha roto a pedazos. Solo Real Madrid, Atlético, Barcelona y Athletic pasan la barrera de los 40 puntos. El Villarreal no acaba de acercarse a la zona Champions y el Mallorca, sexto, pisa la plaza de Conference League por delante de una serie de aspirantes que está por debajo de la treintena. Real Sociedad, Betis y Sevilla, claramente por debajo de sus expectativas, son ejemplos recientes de una competición decadente en la que apenas diez puntos separan el descenso de la frontera con el último billete europeo.

La Liga se descompone por partes, y en el abismo de la última de ellas convive el Valencia de Peter Lim, el empresario de Singapur que aterrizó en 2014 con la promesa de asentar al club en la Champions. Transcurrida una década, sin embargo, la cruda realidad es radicalmente opuesta. Hoy, ocho equipos están inmersos en la carrera por la permanencia. Desde el Celta, decimotercero con 25, al Valladolid, colista con 15 puntos, uno menos que los blanquinegros.

Los resultados del fin de semana agravan aún más, si cabe, el bochorno del ‘siete’ padecido en Montjuïc a manos del Barça. Las consecuencias saltan a la vista en la clasificación. El Valencia ha perdido de vista a adversarios que esperaba tener más cerca antes de afrontar en la Avenida de Suècia las visitas consecutivas de Celta y Leganés. El sábado noche, el Espanyol emuló el empate a uno del Valencia en el Sánchez Pizjuán la semana anterior. Además, a primera hora del domingo, el Getafe de José Bordalás dio la campanada asaltando Anoeta con un 0-3 a la Real. Y, más tarde, el ‘Lega’ arañó un punto de San Mamés en un duelo que pudo decantarse para cualquiera de las partes y en el que trató de tú a tú al Athletic Club.

La goleada encajada en Barcelona (7-1) hizo que todos los rivales directos, salvo el Valladolid, que cayó con el Real Madrid, se alejaran. El tremendo golpe anímico para un Valencia que había experimentado una mejora en los partidos previos ante los blancos, el Sevilla y la Real se ha amplificado con el global de la jornada. Ahora, ni siquiera el Espanyol, quien abre la zona de descenso con 20 puntos, se halla a tiro de una victoria para los futbolistas de Corberán.

En Mendizorrotza Celta y Alavés puntuaron ambos, aunque a la postre el valencianismo acabó la noche con una ligera sensación de alivio, ya que los vascos fueron por delante durante una hora, dejando la salvación a siete puntos, hasta el gol del celeste Pablo Durán. La barrera se queda en uno para el Espanyol, cinco para el Valencia, y en seis para el Valladolid. Por delante tienen al Alavés, con 21, Leganés, Las Palmas y Getafe con 23, y a los vigueses, con 25 puntos. Más adelante, Sevilla y Osasuna suman 27. La carrera se ha complicado para el Valencia, que está obligado a hacer un seis de seis en los próximos duelos en casa, precisamente, ante dos de los rivales de su Liga. De conseguirlo, el conjunto blanquinegro, que tiene la desventaja más grande de lo que va de curso con el decimoséptimo encadenaría dos triunfos por primera vez.

Concluido el choque en Barcelona con el humillante 7-1 en contra, el nuevo entrenador del Valencia se excusó ante los aficionados por la imagen ofrecida. En 24 minutos el equipo había recibido cuatro goles, una afrenta que nunca antes había experimentado el valencianismo. Carlos Corberán aseguró en la rueda de prensa que aguarda una respuesta de dimensiones similares por parte de la plantilla en las próximas citas. La vida del Valencia en la Liga pasa por Mestalla, y pasa por contestar a la afrenta de siete goles en Montjuïc con seis puntos consecutivos frente a Celta y Leganés, a quienes puede directamente recortarles terreno.

«Las enseñanzas de este partido no me las llevo a la Copa, me las llevo a mañana, al siguiente partido. Lo que demanda esta derrota es una reacción proporcional a lo que hemos sufrido. Es lo único que busco», dijo el técnico. La «reacción proporcional» que pide debe iniciarse el domingo ante un Celta de Vigo que no tendrá a Marcos Alonso y Hugo Álvarez, sancionados.

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