Valencia CF

Mestalla rema y espera fichajes (2-1)

Corberán y sus jugadores cumplieron en el campo para acercar la permanencia a cuatro puntos. Hoy le toca al club en los despachos, ya que con Umar Sadiq y Max Aarons no es suficiente para la salvación

Resumen del Valencia CF-Celta

J.M. López

Andrés García

El Valencia tenía que ganar para seguir creyendo en la salvación. Y lo hizo. Con el mejor fichaje y el único camino posible hacia la salvación: Mestalla. Juntos. Como no podía ser de otra forma. Equipo y afición aunaron fuerzas para levantarse de la humillante goleada de Montjuïc y conseguir la cuarta victoria de la temporada. Un triunfo que refuerza el trabajo de Carlos Corberán, devuelve la autoestima a los jugadores y, lo más importante, acerca la permanencia a cuatro puntos en clasificación. Los que ahora separan al conjunto valencianista del Espanyol. Hay vida.

El viejo coliseo se reivindicó como el gran factor diferencia del Valencia en su lucha por evitar el descenso: 6 de 9 puntos con Corberán. Ayer la grada volvió a salir al rescate. Una vez más. Y van muchas durante los últimos años. La jornada pudo ser perfecta si el Espanyol no hubiera ganado por sorpresa al Real Madrid. Aún así, la victoria frente al Celta de Vigo sirve para recortar tres puntos al Alavés y al Leganés, dos al Getafe y abrir una brecha de cuatro con el colista Valladolid. También para meter presión a una UD Las Palmas que esta noche se puede meter en un lío si pierde ante el Girona en Montilivi.

El equipo cumplió en el campo. Ahora falta que el club lo haga en los despachos. El Valencia está obligado a aprovechar el último día del mercado de invierno (el plazo finaliza hoy a las 23.59 horas) para reforzar la plantilla de cara a la recta final de la temporada. El margen de maniobra se acaba y la clasificación del equipo exige ayudas urgentes en forma de fichajes. Corberán necesita más y mejores herramientas para salir de los puestos de descenso. De momento, Miguel Ángel Corona solo ha podido concretar las cesiones del delantero Umar Sadiq y el lateral derecho Max Aarons. Ambos suplentes para el técnico por detrás de Hugo Duro y Dimitri Foulquier, respectivamente. Hay poco tiempo y mucho trabajo por hacer como consecuencia de las carencias de la plantilla en todas las líneas. El director deportivo llega al último día de la ventana de enero con dos nombres sobre la mesa: el centrocampista canadiense Ismael Koné y el extremo del Sevilla Suso. Además, el club tratará de dar salida a dos futbolistas que no entran en los planes del entrenador: Dani Gómez (la opción Zaragoza se ha complicado) y Germán Valera (Elche o Arouca como posibles destinos). Hay que fichar. Ahora o nunca.

El valencianismo también pidió refuerzos desde la grada de Mestalla. Sadiq y Aarons no son suficiente. «¿Dónde están los fichajes? ¿Los fichajes dónde están?», se preguntaba el estadio minutos después de señalar a Corona como uno de los culpables de la crítica situación del equipo a grito de «¡Corona es un florero!». Tampoco faltaron los cánticos contra el resto de local management (Layhoon Chan y Javier Solís) y, por supuesto, contra Peter Lim antes y sobre todo después de los goles de Luis Rioja y Javi Guerra. Mestalla dejó claro una vez más quienes son los verdaderos responsables. Lejos de pasar factura a los jóvenes jugadores por la sonrojante goleada de Montjuïc, la grada apoyó desde el primer minuto en otra demostración de amor incondicional al escudo pese a la gestión autodestructiva de Meriton. 42.273 espectadores fue la respuesta al 7-1. Esto es Mestalla. Es «la força del Valencia», como dice la canción. El único camino hacia la salvación.

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