La humillación se repite en Mestalla (0-5)

La historia se repite. Humillación calcada. En menos de media hora, como hace menos de dos semanas en el partido de Liga, el FC Barcelona había perforado ya cuatro veces la portería del Valencia CF. Además, esta vez en Mestalla, hogar del valencianismo, añadiendo más dolor, si cabe, en la herida abierta durante años por Peter Lim y los ejecutivos que ha ido colocando y desgastando como caras visibles del club. El equipo de Carlos Corberán fue eliminado por la vía rápida. El gol de Ferran Torres, cuando el reloj no alcanzaba ni siquiera los tres minutos de juego, dejó el alma de los jugadores blanquinegros por el suelo.

El atacante de Foios mostró con su carrera al espacio las deficiencias físicas -lógicas- a las que todavía debe enfrentarse tras casi un año lesionado. Yarek no llegó a tiempo de arreglar el problema y Ferran cambio la dirección del pase de Balde mientras salía Dimitrievski (0-1, m. 3). Los de Hansi Flick no tardarían en volver a castigar el derrotismo local. Fue otra vez el que remató a la red después de una parada con el pie del normacedonio a tiro de Lamine Yamal (0-2, m. 17).

Cualquier esperanza de acceder a las semifinales de Copa estaba tan muerta como el club con el que ha arrasado Meriton. El Barcelona continuaba a la suya y volvió a publicitar las vergüenzas de la defensa valencianista. Fermín se adelantó a Diakhaby por la espalda y definió con la frialdad que le caracteriza (0-3, m. 22). Una parte de la hinchada reaccionó abandonando el estadio, harta de presenciar el teatro de los horrores que Peter Lim y los que le sirven han creado de una entidad centenaria como el Valencia CF.

A diferencia de otras ocasiones, la televisión -La 1- dio fe de lo que sucedía en las gradas. Aficionados saliendo por los vomitorios. Pancartas de ‘Lim Gome’ en el plano. Otros seguidores mostrando pañuelos hacia el palco, donde presidía Layhoon Chan sin gestos evidentes en el rostro. La presidenta estaba flanqueada por el director corporativo, Javier Solís, y el presidente de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV), Salvador Gomar.

El interés había trascendido de la hierba al graderío. Sobre el terreno de juego, el Barcelona era inmensamente superior. La eliminatoria estaba sentenciada e, igual que decidió en Montjuïc, el conjunto de Flick prefirió no hacer más leña del árbol caído. El choque redujo las revoluciones y lo aprovechó Ferran. El valenciano se marcó un triplete en casa con un disparo cruzado desde la frontal del áreal (0-4, m. 30). Los de Corberán apenas pasaron de medio campo y en uno de los pocos intentos Max Aarons perdió varios metros de ventaja en una internada en la que Balde acabó robándole el balón. El inglés ha venido fuera de forma. Preocupante tratándose de una cesión para unos pocos meses.

La historia de la segunda mitad fue la de dos equipos que habían firmado la paz. Uno por miedo y debilidad, el otro por compasión. Aunque el Barça tuvo tiempo a hacer el quinto como consecuencia de un error de Dimitrievski, que vio como entraba por el medio del arco un chut raso, flojo y centrado de Yamal. ‘Diakha’ desvió ligeramente. 0-5... y gracias. La unidad ‘B’ del Valencia tiró a la basura la oportunidad de defender honorablemente la camiseta. Ahora, la unidad ‘A’ debe salvar al club de la Segunda.