El Valencia se duerme en su lucha por salir del hoyo (0-3)

Los atléticos aprovechan los errores en defensa asaltar Mestalla. El público reclamó un penalti por mano de Javi Galán

Valencia CF-Altético de Madrid.

Valencia CF-Altético de Madrid. / Francisco Calabuig

Pascual Calabuig

València

La agonía promete ser duradera. Después de entregarse al Atlético de Madrid y caer de nuevo en Mestalla, donde no se perdía desde el 3 de enero frente al Real Madrid, el Valencia de Carlos Corberán rompió la dinámica positiva del mes de febrero. Salvo goleada del Barcelona esta noche a la UD Las Palmas por cinco goles de diferencia, la derrota con los rojiblancos dejará una semana más a los valencianos en zona de descenso.

El conjunto valencianista entró a la hierba pisando fuerte. Aunque todo terminó siendo un espejismo más allá de un centro de José Gayà, despejado a córner por la defensa madrileña. El Valencia quería, pero no podía. Corazón sin pausa en un centro del campo en el que Pepelu y Barrenecha se estorbaron a la hora de hacer jugar a los compañeros. Y, lo que es peor, tampoco se entendieron para atar en corto a un especialista en el fútbol entre líneas como el 'Principito' Antoine Griezmann.

El francés sacó la zurda a relucir demasiado pronto. A los 12 minutos, sirvió al área para dejar solo a Lino. El brasileño, cedido al Valencia en la campaña 22/23, estrelló el balón contra el larguero. La jugada continuó y mucho más astutos que la pareja de centrales locales, Giuliano Simeone tocó para la aparición de Julián Álvarez. César Tárrega se durmió y el campeón del mundo no perdonó frente a Giorgi Mamardashvili (0-1, m. 12).

El gol impactó en el ánimo del Valencia, que todavía se volvió más vulnerable. Los del 'Cholo', con una marcha más, se adueñaron de la pelota y los espacios. Las novedades en el once de Corberán, Pepelu, Iván Jaime y Sadiq, se diluyeron sin aportar nada a un equipo incapaz de generar ocasiones. El Atlético olió la sangre y volvió a morder. Griezmann se trasladó a la banda izquierda. Se quedó solo, sin marca, para aprovechar los desajustes de una defensa desorientada. Con Calma, el '7' recibió el esférico, levantó la cabeza, pensó y asistió entre los centrales. La pequeña 'Araña' Álvarez picó el balón de cabeza y sorprendió a Mamardhasvili (0-2, m. 30).

Antes del final del primer acto, el tercero del Atlético pasó por las botas de Julián Álvarez. Esta vez, sin embargo, el portero blanquinegro se agrandó en el uno contra uno y la portería se eclipsó para el delantero argentino. La ocasión, cuarta clara de los visitantes, nació en una entrega fallida hacia atrás de Cristhian Mosquera, irreconocible y nervioso.

Carlos Corberán trató de rehacer parte del entuerto dando entrada en el comienzo de la segunda mitad a Hugo Duro, que sustituyó a Pepelu. El cambio fue acertado y el Valencia mejoró en el segundo capítulo del choque. Barrenechea, con el plan táctico más claro, asumió galones y lanzó al equipo en busca de un gol que alimentase una mínima esperanza. Para empezar, el argentino probó fortuna desde la frontal. Jan Oblak tuvo que aparecer por primera vez en la escena blocando la pelota.

Poco después, el público de Mestalla clamó con sus jugadores reclamando penalti por manos de Javi Galán. El árbitro, Busquets Ferrer, interpretó que la mano estaba muy cerca del rematador, en posición natural y sin intencionalidad. Posteriormente, sobre la acción polémica, el Valencia CF en las redes sociales escribió: "Nosotros respetamos a los árbitros, pero esto es penalti".

El entrenador siguió recuperando el once de las últimas victorias. André Almeida cogió el testigo de Iván Jaime, intrascendente. También lo estuvo el portugués en el tiempo del que disfrutó. Únicamente dejó un disparo que se marchó desviado por escasos centímetros. Corberán trató de cargar su ataque de dinamita, pero quien lo hizo de verdad fue Simeone. Griezmann y Álvarez se retiraron dejando su sitio en el campo a Ángel Correa y Sorloth. El primero, el internacional argentino, se encargaría de sentenciar por completo el duelo en un contragolpe (0-3, m. 85).

Los blanquinegros mejoraron la imagen en la segunda parte, si bien, el impulso se apagó en centros laterales y saques de esquina. El ataque del Valencia, si Hugo Duro no tiene el día, se ha convertido en un problema endémico desde hace más de un año. 

Tracking Pixel Contents