Layhoon, dos presidencias con más mentiras que hechos

Se acabó la ‘era Layhoon Chan’ en el Valencia CF. Por segunda vez y seguramente para siempre. La mano derecha de Peter Lim pone fin a su segunda etapa como presidenta del Consejo de Administración una vez finiquitadas las dos tareas que se le encomendaron desde Singapur: desbloquear el Nuevo Mestalla y activar un plan de financiación. La salida es una auténtica liberación para la presidenta, desde hace meses cansada de la presión social por la mala gestión de la propiedad y el desgaste profesional al que estaba sometida. Layhoon cada vez pasaba menos tiempo en la ciudad. Lo justo para evitar la ilegalidad. Se le habían acabado las fuerzas y contaba los días para marcharse a casa. Ese momento liberatorio ha llegado. Desde ayer, tendrá más tiempo para gestionar el resto del entramado empresarial de Peter Lim. En el Valencia ya es pasado.

Las segundas partes nunca fueron buenas. Tras su primer mandato entre 2014 y 2017, Layhoon regresó a la presidencia del Valencia el pasado 17 de agosto de 2022 como solución de Peter Lim a la tormentosa etapa final de Anil Murthy, desafiante y enfrentado con la afición, confrontado con las instituciones sin posibilidad de reconciliación y retratado por los famosos audios de SUPER que retrataron su figura y aceleraron su adiós. La presidenta volvió a la primera línea con dos objetivos: calmar la tensión social que se existía en la ciudad con su perfil más educado y conciliador que el de Anil y, sobre todo, retomar las obras del Nou Mestalla. Ese fue el encargo directo que recibió del máximo accionista: reactivar las negociaciones con las instituciones políticas para la construcción del nuevo estadio. Una misión que sí ha cumplido. Así lo anunciaba la propia Layhoon el pasado 19 de diciembre en la no Junta General de Accionistas: «El 10 de enero de 2025 empezamos las obras del Nou Mestalla». Y así fue. La presidenta firmó el acta de reinicio del nuevo estadio ese mismo día convencida de que el proyecto será «vital para las aspiraciones del club a medio largo plazo». El inicio de las obras y las negociaciones para el plan de financiación con Goldman Sachs son su legado.

La realidad es que Layhoon ha cumplido a los ojos de Lim. La visión del valencianismo es muy diferente. La presidenta, despreocupada en su segunda etapa de todo aquello que no tuviera que ver con el Nou Mestalla, ha contribuido a la decadencia deportiva del club en los últimos años. La mano derecha de Peter Lim perdió la credibilidad muy pronto durante su primera etapa con una frase para la historia: «No queremos vender a Paco Alcácer». A partir de ahí su imagen se desplomó y la pérdida de crédito fue constante con un discurso vacío y de medias verdades para justificar al máximo accionista que le costó el apelativo de «mentirosa». Un ‘apellido’ que le ha acompañado hasta el último día en cada Junta y en cada protesta social. Tal vez ella hubiera hecho las cosas diferentes... pero no podía. Como ella mismo dijo: «Yo soy Peter Lim».n