Enzo, otro ‘rompecorazones’ más en Mestalla

El argentino se ha ganado el cariño de la afición, que seguramente tendrá que decirle adiós en junio, como pasó con otros cedidos que ‘enamoraron’ como Lino o Kluivert

Barrenechea, ante el Valladolid

Barrenechea, ante el Valladolid

Rafa Jarque

Valencia

El Valencia de Meriton hace varias temporadas que invierte una cantidad ridícula, y por su puesto insuficiente, en la plantilla del primer equipo. Mercado tras mercado, la directiva acata la orden desde Singapur de vender a alguno de los mejores jugadores del equipo y reforzarlo, casi en su totalidad, con futbolistas cedidos que apenas duran en plantilla unos meses. Muchos de ellos no cuajan, pero algunos pocos sí se ganan el corazón de Mestalla, que a final de temporada, en la mayoría de los casos, tiene que lidiar con una despedida dolorosa. El último caso que va camino de sufrir ese desenlace es el de Enzo Barrenechea. El argentino, que está cedido por el Aston Villa, está cuajando un 2025 que ha convencido al valencianismo. Su juego y actitud gustan en Mestalla y, ahora mismo, es un jugador al que se le tiene mucho cariño. 

Para Carlos Corberán, Barrenechea es una de sus piedras angulares en el equipo. El argentino lo juega todo cuando está bien físicamente y el equipo agradece siempre que está sobre el campo. Si dependiera del entrenador de Cheste, Enzo continuaría la temporada que viene en el equipo como jugador del Valencia a todos los efectos, pero eso ahora mismo es una incógnita. Cuando se acordó el préstamo en verano, no se incluyó ninguna opción de compra, por lo que si el Valencia se decidiera a fichar al futbolista necesitaría, en primer lugar, el ‘sí’ del Aston Villa para deshacerse del jugador y, además, presentar una oferta económica que satisfaga las exigencias de los ‘villanos’, algo que se antoja complicado teniendo en cuenta el historia de Meriton. 

Así, mientras el club no tome una decisión al respecto que cambie las tornas, Enzo Barrenechea dejará de ser jugador del Valencia en el mes de junio y Mestalla no tendrá más remedio que despedirse de un jugador al que ahora mismo considera necesario en el equipo

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La parte positiva es que la afición del Valencia ya está acostumbrada a sufrir este tipo de ‘desamores’ en cada final de temporada. El caso más evidente fue el de la campaña 2022/23, recordada por el sufrimiento máximo hasta la última jornada por el riesgo de descenso. La llegada revitalizante de Rubén Baraja y su apuesta de la cantera terminó siendo clave en un curso en el que el equipo estaba sostenido, casi en su totalidad, por Samuel Lino y Justin Kluivert, ambos cedidos. Sus goles y asistencias fueron clave para el final feliz, pero Lim no autorizó la compra, ni siquiera el intento de la misma, tras la jornada 38. En la actualidad, Lino  es un jugador importante en el Atlético y Kluivert brilla en la Premier con el Bournemouth. Nico González fue otro jugador cedido que dejó buenas sensaciones aquella temporada. 

La 2021/22 fue otra campaña para la que Meriton plagó de cedidos la plantilla. Bryan Gil, Ilaix Moriba, Hélder Costa y Hugo Duro fueron algunos de ellos. Solo el ex del Getafe, que tenía una opción de compra baja, terminó siendo jugador de Valencia a todos los efectos. La pasada temporada, mismo guión con más futbolistas de paso, Roman Yaremchuk y Peter Federico. Mestalla congenió especialmente bien con el trabajo y la actitud del ucraniano, que marcó algún gol importante, pero la dirección no apostó por él. Roman terminó en el Olympiacos griego. 

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