Giro de 180 grados con Corberán

Tres victorias consecutivas, seis partidos sin perder y con la permanencia prácticamente en el bolsillo. Quien iba a decirle al valencianismo que, tras cerrar la primera vuelta de competición siendo el farolillo rojo, a falta de siete jornadas de liga iba a llegar el equipo con ocho puntos de ventaja sobre el descenso.

El trabajo de Carlos Corberán al frente del equipo es innegable. El de Cheste ha mejorado exponencialmente el rendimiento de toda la plantilla, llevando al equipo a una situación inimaginable antes de su llegada. Poco o nada tienen que ver los números de la primera vuelta de competición a los de la segunda.

A falta de siete jornadas, el Valencia casi duplica los puntos obtenidos en la primera vuelta de Liga. Trece puntos fueron los obtenidos en los primeros diecinueve encuentros de competición, una cifra ridícula que llevó al club de Mestalla a cerrar la primera vuelta como colista. Tras la disputa de doce partidos de la segunda mitad de campeonato, el Valencia ya ha logrado veinticuatro puntos, con una media de dos puntos por partido.

Unos números que llevan al equipo a ser el segundo conjunto con mejor puntuación desde que arrancase la segunda vuelta en la jornada 20. Solo el Barcelona con 32 puntos supera las cifras blanquinegras. Justo por detrás del Valencia quedan Real Madrid (23), ReaL Betis (23), Athletic (21) o Villarreal (21). Ni punto de comparación con los puntos obtenidos por los tres equipos que ocupan los puestos de descenso. Las Palmas ha sumado siete puntos desde la jornada 20, mientras que el Leganés ha logrado nueve y el Valladolid apenas ha conseguido un punto desde entonces.

El Valencia es también, como es de esperar, el equipo que más ha mejorado su rendimiento de los veinte equipos de la Liga. De obtener 0,68 puntos por partido a una media de 2 puntos por encuentro. Una mejora de 1,32 puntos por partido que ha permitido al Valencia escalar en la clasificación y colocarse más cerca de los puestos europeos que de los de descenso.

Conscientes de donde viene el equipo, el vestuario mantiene la calma con las posibilidades europeas. «Sabemos de donde venimos, ha estado jodido», declaraba Javi Guerra tras el encuentro ante el Sevilla. Misma tónica que la de Hugo Duro que afirmaba estar centrados «en lograr el objetivo» o Corberán, quien cree que «no es bueno hablar de Europa porque quita valor al trabajo que está haciendo el equipo».