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VCF | Gestión

Un verano y dos mundos entre Valencia y Villarreal

Los amarillos gastaron en incorporaciones 90 millones de euros más que los blanquinegros en la última ventana del mercado de fichajes

Ugrinic, con 3,7 millones, ha supuesto el mayor desembolso del Valencia CF este verano. | EFE/ENRIC FONTCUBERTA

Ugrinic, con 3,7 millones, ha supuesto el mayor desembolso del Valencia CF este verano. | EFE/ENRIC FONTCUBERTA

Pascu Calabuig | Andrés García

València

Antes de que Peter Lim pisara Mestalla por primera vez para presenciar aquel Valencia - Elche del que se cumplirán este próximo sábado once años, prácticamente, nadie imaginaba que llegaría el día en que el Villarreal se presentase a un derbi en la avenida de Suècia como el club más dominante y poderoso de la Comunitat Valenciana. Una combinación entre el trabajo coherente de los dirigentes amarillos, desde su primer ascenso en 1998, y la negligente gestión de la administración Meriton lo ha conseguido.

El Villarreal pagó en la pasada ventana del mercado 31 millones por Mikautadze. | EFE/ANDREU ESTEBAN

El Villarreal pagó en la pasada ventana del mercado 31 millones por Mikautadze. | EFE/ANDREU ESTEBAN

El Villarreal visitará València como tercero de la Liga y uno de los participantes españoles en la UEFA Champions League. Enfrente, un equipo blanquinegro decimocuarto en la tabla y en su sexta temporada consecutiva apartado de las competiciones europeas. La transformación -este intercambio de roles- vivió en la pasada ventana de verano un episodio revelador las realidades en las que se enmarcan uno y otro club. La diferencia en la inversión en fichajes hecha en ambos lados se disparó por encima de los 90 millones de euros, según los datos recogidos en el portal especializado en mercado ‘Transfermarkt’.

Mientras el Submarino gastó 102 millones repartidos en una decena de nuevos futbolistas para la plantilla de Marcelino García, Carlos Corberán debió conformarse con ocho caras nuevas que comprometieron 11,9 millones. Una cantidad en la que podrían sumarse pluses hasta un total próximo a 15 millones, siempre y cuando se cumplieran los bonus marcados en casos como Arnaut Danjuma, el suizo Filip Ugrinic o el central José Copete. La distancia es abismal, el esfuerzo inversor del Villarreal multiplica entre ocho y nueve veces el del Valencia.

En lo referente, a la entidad de Mestalla, la gestión Lim recuperó los niveles de los veranos 2021, 2022 y 2023 mediante cifras entre 10 y 15 millones. Ni punto de comparación con la etapa previa a la pandemia de coronavirus, en la que se rozó la barrera de los 200 entre las campañas 2014/15 y la 2015/16, e incluso se superaron los 100 millones, como han hecho en La Cerámica este julio y agosto pasados, en la ventana estival de 2018 con Mateu Alemany y Marcelino como principales impulsores.

Un total de 108 millones

Ahora en el lado amarillo, Marcelino, último entrenador que compitió con el Valencia en la Champions, ha sido testigo de un mercado que quedará registrado como el de mayor volumen en la historia reciente de la entidad de la Plana Baixa. Con más de una veintena de movimientos de entrada y salida, el club que preside Fernando Roig aun ha sido capaz de aumentar con sus traspasos la cifra de gasto. Si los fichajes han supuesto 102 millones, con las ventas el Villarreal se embolsará 108.

Roig Negueroles, consejero delegado del Submarino, cerró operaciones de enorme peso económico. Álex Baena fue traspasado al Atlético de Madrid por 42 millones de euros, Yeremy Pino puso rumbo al Crystal Palace por 30 millones, y Thierno Barry fichó por el Everton por 32... Además, Etta Eyong emigró al Levante por tres, sin perder por completo el control sobre el actual goleador ‘granota’, y Ramón Terrats, al Espanyol por cuatro millones.

Los ingresos, asimismo, han procedido también de salidas desde la cantera. Andrés Ferrari fue vendido al Saint-Truiden belga por 2,5 millones, mientras que Jorge Pascual se incorporó al Granada en un traspaso de 0,5 millones.

En total, 108 millones de euros reinvertidos casi al 95 % para rehacer una plantilla que debe jugar la Champions sin descuidar la Liga, el torneo con el que poder mantener el estatus UEFA año a año. El fichaje estrella ha sido un compañero de selección de Giorgi Mamardashvili, el delantero georgiano George Mikautadze (Olympique Lyonnais) por 31 millones más variables. Es el más caro en los 102 años de vida ‘grogueta’.

Sin embargo, los 24,5 pagados al Chelsea por el central portugués Renato Veiga tampoco desmerecen. Después, siguen los 16,5 invertidos por el ex de Las Palmas Alberto Moleiro, los diez al Atlético por Mouriño, los nueve al Inter por Tajon Buchanan, los ocho al Minnesota por una apuesta que está saliendo bien: Tani Oluwaseyi, y los 2,5 al Paris SG para fortalecer la portería con Arnau Tenas.

Ugrinic, la mayor inversión

Por su parte, en Mestalla, el refuerzo más costoso, 3,7 millones de fijo, ha sido el mediocentro Filip Ugrinic, cerca de un mes lesionado por molestias en la rodilla, por lo que apenas ha participado 89 minutos de juego. La misma cantidad fija por la que se acordó con el RCD Mallorca para el traspaso del central Copete. Por Baptiste Santamaría, experimentado pivote en la liga francesa, el compromiso con el Stade de Rennes fue de dos millones.

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