H. G., Valencia

La plaza de mármol, piedra y cristal que cubrirá de manera permanente el yacimiento de la Almoina es un solución práctica para el caso de ruinas arqueológicas en entornos urbanos, si bien otras ciudades como Elx han optado por soluciones más livianas para proteger y hacer visitables sus ruinas. La conservación de restos de antiguas ciudades al aire libre, como parques arqueológicos abiertos a la ciudad, es una alternativa más económica que cubrir los restos con una nueva construcción y convertirlos en museos subterráneos, si bien requiere más inversiones en mantenimiento para evitar el deterioro de los restos por efecto de la lluvia y el sol.

El yacimiento arqueológico de l$27Alcudia de Elx, donde se encontró la famosa Dama de Elche, es un ejemplo de ruinas al aire libre, al estilo de Segóbriga (Cuenca) o Ampurias (Girona). Al igual que la Almoina se encuentra en su mayor parte por debajo de la cota cero lo cual supone un problema a la hora de evacuar las aguas pluviales.

Según explicaron fuentes del Museo de l$27Alcudia, de las diez hectáreas que tiene este yacimiento hay una parte, la correspondiente a la antigua basílica paleocristiana, que se ha cubierto con una estructura ligera de madera y hierro para salvaguardarla de las inclemencias. Los responsables del museo tienen en proyecto proteger también las termas romanas con una cubierta similar que se ha encargado a una empresa especializada en la instalación de invernaderos. En l$27Alcudia las ruinas abarcan desde el neolítico hasta la época visigoda.

Para evitar el deterioro de las ruinas de este yacimiento que están a la intemperie, se aplican con una periodicidad anual tratamientos consolidantes e hidrófugos y mortero para reforzar las juntas de las construcciones. Aunque Elx al igual que Valencia no es una zona de grandes lluvias, es importante contar con sistemas para contener y evacuar el agua que no se filtra al subsuelo. Uno de estos sistemas es la protección vegetal para retener el agua de lluvia en los perfiles de las ruinas.