H. García, Valencia

El Colegio de Arquitectos de la Comunidad Valenciana pondrá en marcha a principios de 2006 una oficina de concursos con sede en Valencia. Se trata de un nuevo servicio encaminado a fomentar los concursos públicos de arquitectura y a velar por que éstos sean «fiables y transparentes». El decano del colegio, Fabián Llisterri, explicó que es una iniciativa que han puesto en marcha Madrid y Barcelona que «está funcionando muy bien».

La idea es «controlar y advertir de los concursos que están manipulados o decididos a priori» por el político de turno. El colegio ha detectado «bastantes casos», sobre todo en ayuntamientos pequeños, de concursos «amañados». «Ocurre que se convocan concursos restringidos del pueblo que luego hace un refrito de los proyectos que se han quedado fuera». Llisterri fue quien aconsejó que el concurso de ideas del emblemático edificio de invitados de la dársena interior del puerto contase con un jurado técnico y cualificado. El jurado del concurso de arquitectura y obra que ganaron Necso-David Chipperfield y Fermín Vázquez lo eligieron las propias empresas que concurrían lo que redundó en la fiabilidad del proceso.

El ejemplo contrario es el concurso de ideas del PAI del Grao, la última bolsa de suelo de la fachada marítima, que el equipo de gobierno del PP amenaza con dejar desierto.

El PSPV habla de falta de respeto

El portavoz del PSPV, Rafael Rubio, asegura que tras esta «falta de respeto a los profesionales», ningún arquitecto querrá venir a Valencia. A este concurso se invitó a arquitectos de primera línea y con un elevado caché, como Alejandro Zaera, poco acostumbrados a estos «desaires» que antes de presentarse ya dudaron de la fiabilidad que ofrecía este concurso.

La oficina se encargará de recabar y volcar en la web del colegio la información sobre todos los concursos nacionales y proporcionará un listado con arquitectos para la formación de los jurados. En los concursos de la Comunidad Valenciana, se preguntará quién forma los jurados y si no hay garantías «se advertirá a los arquitectos para que sepan a qué atenerse y no pierdan el tiempo». La oficina, dará asesoramiento jurídico y avales económicos, pretende «fomentar la arquitectura de calidad y la entrada a los profesionales jóvenes».