Julia Damiá, Valencia

Bajo ese latiguillo la agencia Ibericity, que ejerce como central de servicios inmobiliarios, ofrece viviendas y locales comerciales para venta o alquiler en Valencia. La publicidad de este empresa oferta «Flats for sale in Valencia the new Barcelona» (pisos en venta en Valencia la nueva Barcelona), a partir de 125.000 euros. El anuncio se dirige a clientes de todo el mundo, desde el Reino Unido hasta Nueva Zelanda, que quieran invertir en esta nueva Barcelona.«Valencia se está viendo así en el resto del mundo», explica el director de Ibericity en Valencia, Frederic Giraud, «en unos años esta ciudad debería ser lo más parecido a Barcelona». Esta central de servicios, especializada en clientela extranjera, ofrece diferentes productos a sus clientes, desde ayudarles a comprar una casa, con todas las gestiones que supone, hasta realizar búsquedas personalizadas en función de lo que demanden.

«Muchos jóvenes que tienen ahorros para invertir descubrieron hace tiempo España con Barcelona», asegura Giraud, «ahora, poco a poco van descubriendo Valencia». Giraud justifica así la publicidad de su empresa ya que, en su opinión, «está claro que para la clientela europea Valencia es la nueva Barcelona». A este argumento se une la intención del director de Ibericity de «dar a conocer, a quien no haya estado nunca en Valencia, de qué estamos hablando» de modo que entienda que es o «será una especie de Barcelona».

Lejos de la idea generalizada de que los extranjeros, sobre todo europeos, escogen Valencia para tener una segunda residencia, Giraud asegura que una de las demandas más frecuentes de sus clientes es la de negocios como bares y restaurantes que se traspasen, o en general locales comerciales. El responsable de esta central de servicios rompe también otro de los mitos de estos nuevos residentes y asegura que en el caso de Valencia «aunque tienen mucho dinero, que además es para invertir, intentan comprar en el centro, pisos en buen estado, y a buen precio».

Para un público gay

Pero no es esta la única agencia inmobiliaria dirigida a un público extranjero. En los últimos tiempos la publicidad de viviendas en Valencia se ha multiplicado en Europa, y especialmente en el Reino Unido. En este último caso ha proliferado además un tipo de publicidad destinada a un público muy concreto: la población homosexual.

Recientemente, en una revista del Reino Unido dirigida a un lector gay aparecía la publicidad de una inmobiliaria que describía Valencia una «ciudad cosmopolita, un punto caliente de inversión por la Copa del América» y «con una animada escena gay».

Reza otra revista británica que Alicante, Benidorm y Valencia «son cada vez más populares entre los homosexuales que buscan un segundo hogar en España». La razón de este creciente interés por Valencia lo explica la misma revista: «Precios razonables» y la posibilidad de «alquilar las propiedades a turistas» una gran parte del año. Dos razones que, aun con latiguillo, empiezan a hacer sonar el nombre de Valencia.